Madrid, 16 feb (.).- La presidenta del Banco Santander (MC:SAN), Ana Botín, defiende la venta de una entidad en crisis a un competidor más sólido, lo que pasó cuando su grupo se hizo con el Popular, pero pide afinar el proceso y limitar la responsabilidad penal y legal del banco que compra por actuaciones de la administración anterior.
"En mi experiencia personal, se puede hacer mucho para que esta alternativa -en la que un banco en apuros pasa a manos de un competidor- sea más efectiva y atractiva", explica Botín en una entrevista recogida en el boletín de supervisión del BCE.
La presidenta del Santander propone olvidar aquello de “demasiado grande para caer” y destaca que ahora hay un marco europeo de gestión de crisis que puede guiar a un banco en quiebra a través de la intervención, la recuperación y, finalmente, la resolución, independientemente de su tamaño.
Además, destaca que Europa cuenta ya con la experiencia porque el Santander fue el primer grupo bancario en acometer la resolución de un banco, el Popular, en el marco actual.
Sin embargo, puntualiza, se puede perfeccionar el sistema y lo más "importante y urgente" es que Europa cierre las brechas en el marco de gestión de crisis, teniendo en cuenta las lecciones aprendidas desde que se estableció hace más de siete años.
En su opinión, se necesita un respaldo de liquidez como en el Reino Unido y Estados Unidos para disipar las dudas de los inversores, además de normas de insolvencia armonizadas. Y Europa debe centrarse más en la venta de bancos a jugadores sólidos como parte del proceso de resolución.
FUSIONES TRANSFRONTERIZAS
Durante la entrevista, Botín también reflexiona sobre el "bajísimo" nivel de consolidación transfronteriza del sistema bancario europeo y llega a la conclusión de que la regulación limita significativamente los beneficios que podría ofrecer una operación de este tipo "a gran escala".
En la última década, recuerda, los bancos se han centrado en "mirar hacia adentro" para adaptarse al panorama regulatorio en lugar de "mirar hacia afuera" para crecer y expandirse, pero es que además la fragmentación del mercado a menudo impide una mayor consolidación.
"Desde el tratamiento del capital y la liquidez hasta la protección de los depósitos, todavía hay muchas áreas en las que el mercado de la UE impone un trato a nivel nacional que hace que la consolidación y las operaciones transfronterizas sean inciertas o ineficientes", lamenta Botín.
Además, con el objetivo de fomentar una mayor consolidación de la banca en Europa, la presidenta del Banco Santander reclama exenciones para repartir el capital y la liquidez a nivel consolidado.
.PETIDORES TECNOLÓGICOS
Botín insiste en el espíritu innovador de los bancos, pero admite que las grandes tecnológicas pueden ampliar las ofertas de "fintech" gracias a su escala global, grandes bases de usuarios y tecnología puntera, pero sobre todo gracias al gran "tesoro" de los datos, que permite ofrecer una experiencia de cliente más personalizada.
En los servicios financieros, como en otros mercados, pueden utilizar este acceso "privilegiado" a los datos y la infraestructura digital para hacerse un hueco para entrar en el mercado, algo que Botín aplaude si se traduce en mejor servicio al cliente y mayor innovación, inclusión financiera y competencia.
Sin embargo, afea, también puede crear “jardines amurallados” controlados por los propietarios de infraestructuras clave como los teléfonos inteligentes, lo que a su vez crea clientes "cautivos" y esto reduce la elección "real" y la competencia.
Una vez más, Botín reclama una competencia "justa" y que beneficie a la sociedad e insiste en el principio "básico" de que una misma actividad con los mismos riesgos esté sometida a las "mismas reglas, misma supervisión”.