Bruselas, 30 sep (.).- Los Estados miembros se preparan para votar el próximo 4 de octubre sobre si la Unión Europea (UE) debe imponer aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos chinos por considerar que están ilegalmente subsidiados, dijeron este lunes dos fuentes, que señalaron, no obstante, que la fecha no es aún definitiva.
El voto ya se ha pospuesto en varias ocasiones mientras, en paralelo, la Comisión Europea y el Gobierno chino tratan de buscar una solución que evite el aumento de los aranceles a este tipo de vehículos, después de que una investigación del Ejecutivo comunitario determinase que las ayudas de Pekín a algunos fabricantes son indebidas y distorsionan la competencia leal.
El vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, defendió en una reunión con el ministro de Comercio chino, Wang Wentao, la investigación de Bruselas, aunque ambos acordaron "intensificar los esfuerzos" para encontrar una solución.
Fuentes comunitarias destacan que, incluso si la propuesta para imponer los aranceles sale adelante, continuarán los contactos en busca de una solución negociada.
La propuesta de Bruselas supone contrarrestar estas prácticas comerciales desleales con un arancel adicional de un máximo del 36,3 %, que se sumaría a la tasa habitual del 10 % a los coches eléctricos chinos. El arancel máximo se aplicaría a la compañía china SAIC y a todas las no incluidas en las pesquisas que no han cooperado con la investigación del Ejecutivo comunitario.
A otras empresas incluidas en la investigación, BYD y Geely, se les impondrán aranceles del 17 y el 19,3 % respectivamente, mientras que los fabricantes chinos que cooperaron en la investigación pero que no se incluyeron en ella afrontarán, por su parte, un arancel adicional del 21,3 %.
Para que la propuesta de Bruselas prospere deben pronunciarse a favor un 55 % de los Estados miembros que representen a un 65 % de la población europea. De la misma manera, si esa misma cantidad de Estados miembros se pronuncia en contra, el paquete decaería.
Si no se alcanza ese margen ni a favor ni en contra de la propuesta, la Comisión puede afinar la propuesta -cambiando, por ejemplo, los porcentajes de aranceles adicionales- y volver a planteársela a los Estados miembros.
En una primera votación no vinculante a mediados de julio, España votó a favor de la medida junto a Francia, Italia y otros nueve países, mientras que Alemania y otros diez se abstuvieron y Hungría, Eslovaquia, Malta y Chipre votaron en contra.
Sin embargo, desde entonces el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se ha unido a la postura de su homólogo alemán, Olaf Scholz, y durante un viaje oficial a China pidió a Bruselas que reconsidere su posición.
Y es que, en respuesta a la investigación europea, China inició una propia sobre las importaciones de carne de cerdo y productos lácteos de la UE, que para España representan una factura de exportaciones de casi 1.900 millones de euros en el primer caso y de 91 millones en el segundo.