Por Leika Kihara y Stanley White
TOKIO (Reuters) - La inflación subyacente de Japón se aceleró en agosto, la producción industrial aumentó más que lo esperado y la demanda de mano de obra se mantuvo en su nivel más alto en más de 40 años, lo que supone un nuevo impulso para la tercera mayor economía del mundo.
La serie de datos debería reforzar el optimismo sobre las perspectivas de crecimiento, aunque la decisión del primer ministro Shinzo Abe de convocar unas elecciones anticipadas ha generado cierta incertidumbre sobre la política económica.
También hubo cierta inquietud acerca de la política monetaria después de que las actas de la reunión más reciente del Banco de Japón mostraron que un miembro del directorio quería una expansión del estímulo.
El índice subyacente de precios al consumidor, que incluye los productos petroleros pero excluye los alimentos frescos, subió un 0,7 por ciento, igualando el pronóstico promedio del mercado. Este fue el octavo mes consecutivo de ganancias en el índice, y siguió un aumento de un 0,5 por ciento en julio.
"Los precios están subiendo gradualmente. Las exportaciones están apoyando la producción y la demanda interna no se ve demasiado mal", dijo Hidenobu Tokuda, economista del Mizuho (T:8411) Research Institute.
"Mientras Abe permanezca en el poder, veremos una continuación de sus políticas, pero todo depende de las elecciones", agregó.
De hecho, la demanda de mano de obra se mantuvo en agosto en su nivel más sólido desde 1974, ya que los datos mostraron que la proporción empleo-solicitante continuó estable en 1,52.
La producción industrial también subió un 2,1 por ciento en agosto desde el mes anterior, más de lo esperado, después de que los fabricantes de equipos de construcción, automóviles y piezas electrónicas produjeran más bienes.
Los fabricantes encuestados por el Gobierno esperan que la producción caiga un 1,9 por ciento en septiembre y luego aumente un 3,5 por ciento en octubre.