(Actualiza con más detalles del indicador y motivos de la caída)
Tokio, 2 abr (.).- La confianza de las grandes empresas japonesas empeoró en marzo con respecto al pasado diciembre, lo que supone la primera caída en dos años, según muestra el informe trimestral Tankan de coyuntura económica publicado hoy por el Banco de Japón (BoJ).
Los motivos de este retroceso fueron principalmente la inquietud suscitada por el proteccionismo comercial de Estados Unidos, así como la apreciación del yen frente al dólar, tendencia que perjudica al músculo exportador nipón.
La percepción de las condiciones de negocio de las corporaciones del sector manufacturero, del que depende enormemente la tercera economía del mundo, registró un retroceso de dos puntos.
El índice de confianza de los grandes fabricantes de sectores clave como el del automotriz o el de la electrónica se situó así en 24 puntos, por debajo de las previsiones de la mayoría de analistas, según el documento publicado por el banco central nipón.
Por su parte, el índice de las grandes empresas del sector no manufacturero registró un retroceso de dos puntos -por encima debajo de la mayoría de los pronósticos- con respecto al pasado diciembre, hasta situarse en los 23 puntos positivos.
Las medidas arancelarias recientemente anunciadas por el presidente estadounidense, Donald Trump, sobre las importaciones de acero y aluminio, han rebajado el ambiente optimismo que predominaba entre las manufactureras niponas gracias ala auge sostenido de sus exportaciones.
Japón, que en 2017 exportó aproximadamente 1,78 millones de toneladas de productos de acero a EE.UU., es el séptimo mayor exportador mundial a este país y no se encuentra entre los países que Washington ha decidido dejar exentos de estos aranceles.
El informe Tankan también mostró que las compañías de ambos sectores planean incrementar su inversión de capital una media del 2,3 por ciento interanual durante el ejercicio fiscal que empezó en Japón el 1 de abril y que se cerrará el 31 de marzo de 2019.
El índice Tankan de confianza empresarial refleja la diferencia entre el número de grandes compañías niponas que estiman que las condiciones para hacer negocio son positivas y el de las que consideran que las perspectivas son negativas.