La Habana, 22 jul (EFE).- El ministro cubano de Economía, Alejandro Gil, admitió este sábado que la recuperación gradual del sector económico "no alcanza aún el ritmo necesario" en un panorama marcado por el incremento de la inflación.
Gil informó ante el Parlamento (unicameral) que el producto interno bruto (PIB) creció en 2022 un 1,8 %, frente a una previsión de 4 puntos porcentuales.
"El "ligero" crecimiento del PIB no se expresa en un aumento de la mejoría de la calidad de vida de la población", reconoció el también vice primer ministro.
El titular explicó que dicho crecimiento es "asimétrico", ya que crecen "determinadas actividades" como el sector hotelero, el transporte y las comunicaciones; mientras que mantienen una "contracción" áreas como agricultura, ganadería, industria manufacturera, comercio y otras.
"Muchas veces, el único producto disponible es el del sector no estatal", refirió Gil al mencionar el déficit productivo como uno de los elementos presentes en el actual panorama económico.
Ello, añadió, se refleja en la reducción de la oferta de bienes y servicios que da paso a la inflación, comentó Gil en la sesión parlamentaria, transmitida en la televisión estatal y a la cual no tiene acceso la prensa extranjera.
"La inflación es grande y es el problema más visible de la economía porque día tras día va disminuyendo la capacidad de compra del salario, de la moneda nacional (el peso cubano), e incentiva la dolarización", afirmó.
Gil calificó el asunto como "complejo, con el cual no estamos acostumbrados a lidiar", al mencionar la tasa de cambio estable que tenía Cuba antes de la reunificación monetaria en 2021.
La inflación interanual en el mercado formal de Cuba se situó en junio en 44,98 %, frente al 28,86 % del mismo mes de 2022, atizada por los alimentos y la restauración, según datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información (Onei).
La Onei no recoge la evolución de los precios en el mayoritario y mejor surtido mercado informal de la isla, más propenso a la inflación debido a la fuerte escasez de productos básicos que padece la isla y la falta absoluta de regulación.
El incremento de los precios sigue al registrado en 2021, cuando la Onei cifró en el 77,33 % la inflación, y al 39,07 % del mercado formal cubano en 2022.
La situación refleja la crisis económica de Cuba agravada por la combinación de los efectos de la pandemia, el endurecimiento de las sanciones de EE.UU. y los errores en la política económica.
Esta situación se traduce en una profunda escasez de productos básicos (alimentos, medicinas, combustible), elevada inflación, dolarización parcial de la economía y apagones.