30 jul (Reuters) - Meliá Hotels (MC:MEL) anunció el jueves unas pérdidas neta atribuida de 358,6 millones de euros, en un primer semestre marcado por el cierre temporal de sus hoteles y la drástica caída del turismo por el coronavirus.
El grupo confirmó que los meses de abril y mayo fueron los "más complejos" del año a nivel de ingresos, con solo el 12% de las habituaciones disponibles abiertas durante el segundo trimestre si se compara con el mismo periodo del año anterior.
Así, los ingresos de la hotelera balear cayeron hasta los 319,2 millones de euros a cierre de junio, un 63,3% menos que en el mismo periodo del año anterior, mientras que el resultado operativo bruto (EBITDA) registró una pérdida de 71 millones, frente al beneficio de 217 millones un año antes.
El sector turístico español —que aporta normalmente en torno al 12% del PIB de España— ha visto cómo se reducía a cero la llegada de visitantes extranjeros durante el estado de alarma declarado en el país para contener el virus.
La demanda hotelera se comenzó a recuperar discretamente en junio tras la reanudación de los vuelos comerciales y el desconfinamiento, situándose en un 33%, pero el reciente anuncio de Reino Unido de poner bajo cuarentena a los llegados de España amenaza con prolongar la agonía del sector.
"Las perspectivas de aperturas de hoteles están sujetas a la evolución de la demanda de los diferentes destinos donde tenemos presencia", dijo el grupo en un comunicado, que añadió que durante el mes de julio se habrán abierto en torno a 60 hoteles, concentrados en la costa peninsular, Baleares y Canarias "para una temporada que estimamos será más corta de lo habitual".
La empresa señaló que el principal motor del mercado español está siendo el turismo doméstico, al existir todavía restricciones de movilidad internacional y temor al contagio en los viajes a otros países.
La deuda neta de la hotelera se situó en 2.323,4 millones de euros a cierre del primer semestre, mientras que la situación de liquidez del grupo (incluyendo la tesorería así como las líneas de crédito no dispuestas) ascendió a 553 millones.
Con el objetivo de preservar dicha liquidez, la compañía dijo que se centraría en un ajuste de cada una de las líneas de costes, la reducción de las inversiones previstas para el ejercicio, la obtención de nueva financiación y el aplazamiento de los vencimientos que tenían durante el año.
(Información de Andrea Ariet; editado por Tomás Cobos)