BRASILIA, 15 dic (Reuters) - El Banco Central de Brasil mejoró el jueves su proyección para el PIB de 2022 debido a una revisión metodológica que implicó un mejor resultado en el primer semestre, pero mantuvo la perspectiva de una desaceleración para 2023 como consecuencia de su agresivo endurecimiento de la política monetaria.
En su informe trimestral sobre la inflación, el banco central considera ahora que el Producto Interno Bruto (PIB) se expandirá un 2,9% este año, frente al 2,7% previsto en septiembre, mientras que su estimación de crecimiento para el próximo año se mantuvo en 1,0%.
"Las proyecciones actuales reflejan la perspectiva de que la desaceleración de la actividad económica se consolidará en el cuarto trimestre de este año y a lo largo de 2023, influenciada por la esperada desaceleración global y los impactos acumulativos de la política monetaria doméstica", dijo el informe.
Economistas privados encuestados por el banco central en un sondeo semanal prevén un aumento del PIB del 3,05% este año y del 0,75% en 2023.
En cuanto a la política monetaria, las autoridades volvieron a insistir en que permanecerían vigilantes para ver si mantener la tasa de interés de referencia del país en el 13,75% durante "un periodo suficientemente largo" bastaría para garantizar la convergencia de la inflación.
En caso contrario, los responsables a cargo de la política monetaria afirman que podrían reanudarse las subidas de tasas. El banco central detuvo su agresivo endurecimiento en septiembre, tras 12 subidas consecutivas que elevaron las tasas desde un mínimo histórico del 2% registrado en marzo de 2021 para combatir la inflación.
En sus últimos comunicados, el banco central ha destacado los riesgos inflacionarios derivados del multimillonario paquete de gastos del presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva para cumplir las promesas de campaña, que ya ha sido aprobado en el Senado pero aún debe ser votado en la Cámara baja.
Las autoridades señalaron en el informe que "prestarán especial atención a la evolución futura de la política fiscal y, en particular, a sus efectos sobre los precios de los activos y las expectativas de inflación, con posibles repercusiones sobre la dinámica de la inflación prevista".
(Reporte de Marcela Ayres; Editado en Español por Ricardo Figueroa)