Madrid, 9 oct (.).- El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha considerado este lunes que la economía española se está comportando mejor que la europea, pero ello no quita para que existan riesgos a la baja, por lo que recomienda aplicar una política fiscal "restrictiva" en 2024.
Durante su participación en la clausura del XIV Encuentro Financiero, Hernández de Cos ha explicado que la economía española ha mostrado signos de desaceleración en el verano y en el futuro podría verse un deterioro de los servicios e incluso del turismo, que podrían afectar negativamente a la economía española.
Por esa razón, el Banco de España mantiene la previsión de crecimiento de la economía española en el 2,3 % este año, pero ha rebajado 0,4 y 0,1 puntos porcentuales, respectivamente, la proyección para 2024 y 2025 hasta el 1,8 y el 2 %.
Además, para que la política monetaria pueda cumplir su misión de estabilizar los precios, Hernández de Cos ha insistido en la importancia de que la política fiscal también ayude, por lo que recomienda que las autoridades vayan revirtiendo las medidas excepcionales adoptadas para hacer frente al incremento de los precios.
En su opinión, si se produjeran nuevos repuntes en los precios energéticos, por ejemplo, se podrían tomar medidas "más focalizadas", porque el gobernador defiende que el tono de la política fiscal en 2024 tiene que ser "restrictivo", lo que se traduce en un control del gasto público, para avanzar en el proceso de consolidación y si es posible ganar margen de maniobra para futuras perturbaciones.
Hernández de Cos está convencido de que si los tipos de interés se mantienen en niveles altos durante un tiempo, se podrá conseguir el objetivo de que la inflación baje al 2 %, pero reconoce que la traslación de la subida del precio del dinero al coste de financiación no se ha producido íntegramente.
Según sus cálculos, una parte importante de la transmisión de la política monetaria, "algo más del 50 %", estaría pendiente, lo que supondría que queda pendiente aun un mayor encarecimiento de la financiación, por ejemplo, en consumo.
Y todo ello, augura, acabará trasladándose en un aumento de la morosidad crediticia, porque aunque continúa en niveles bajos, el porcentaje de préstamos en vigilancia especial, aquellos al corriente de pago pero con dudas de un posible deterioro, se sitúa en el 6,8 %, un punto más que antes del estallido de la pandemia.
De ahí que su mensaje para las entidades financieras siga siendo el mismo: deben llevar a cabo una política prudente de provisiones y de capital, que destine parte de los beneficios a corto plazo para aumentar su resistencia.
"No es solo mantener la capacidad de resistencia sino aumentarla para afrontar mejor las posibles futuras pérdidas", ha añadido.
Por último, el gobernador del Banco de España ha considerado que en entornos de tanta incertidumbre cobra mayor importancia si cabe la mejora de la gobernanza de la Unión Económica y Monetaria.
Hernández de Cos reitera su idea de que crear un fondo de garantía de depósitos plenamente mutualizado en Europa daría confianza al mercado y evitaría potenciales episodios de fragmentación.
Resulta también importante que se produzca, "si puede ser antes de finales de año", una modificación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, el marco fiscal europeo que garantiza la sostenibilidad de las finanzas públicas, con el objetivo de ganar margen de maniobra de la política presupuestaria e incentivar que las finanzas públicas puedan contribuir más al crecimiento económico.
Asimismo, a ojos del gobernador, sería conveniente completar un mecanismo de estabilización macroeconómica en Europa que sirviera para financiar retos europeos como la lucha contra el cambio climático.
mbr-