Roma, 20 abr (.).- El Banco de Italia considera esencial que el Gobierno del país fomente el crecimiento y reduzca la elevada deuda pública, que rozará el 160 % del producto interior bruto (PIB) este año según cálculos gubernamentales, aunque estima que todavía es sostenible.
"La deuda pública de Italia es sostenible (...) pero una estabilización en niveles muy elevados dejaría a nuestro país muy expuesto a riesgos derivados de tensiones en los mercados financieros o de nuevos shocks económicos", dijo este martes el titular del Departamento de Economía y Estadística del Banco de Italia, Eugenio Gaiotti, en una intervención parlamentaria.
El Gobierno italiano de Mario Draghi ha actualizado recientemente las previsiones que realizó en octubre el entonces Ejecutivo de Giuseppe Conte, que dijo que la economía italiana crecería un 6 % este año, el déficit se situaría en el 7 % y la deuda en el 158 % del PIB.
Según las nuevas estimaciones, la economía italiana crecerá un 4,5 % en 2021, el déficit se dispará hasta el 11,8 % y la deuda hasta el 159,8 % del PIB.
El gabinete de Draghi va a solicitar al Parlamento italiano una desviación del gasto público de 40.000 millones que servirán para ayudar a empresas y familias afectadas por la crisis del coronavirus, y se suman a los planes de apoyo por valor de unos 140.000 millones que Roma ha impulsado desde el inicio de la pandemia.
Gaiotti recomendó que se mantengan las políticas fiscales expansivas para seguir fomentando el crecimiento, pero subrayó que, una vez superada la pandemia, será necesario un ajuste para estabilizar la deuda pública, "en línea con la media de los países de la zona del euro".
Recordó que las organizaciones internacionales predicen para Italia un crecimiento de más del 4 % para este año, una cifra "posible" si prosigue la campaña de vacunación y se reducen los contagios y la incertidumbre, y confió en que la economía se estabilice en los próximos meses para experimentar una recuperación a partir de la segunda mitad del año.
"Nos enfrentamos a un panorama macroeconómico global significativamente mejorado, pero al mismo tiempo caracterizado por una alta incertidumbre relacionada con las nuevas olas pandémicas", apuntó.
Draghi ha hablado en numerosas ocasiones de la importancia de diferenciar entre "deuda buena y deuda mala", es decir, si la dilatación del gasto se destina a fines productivos para que tenga un impacto positivo en la economía o si por el contrario es improductiva y acaba por erosionar la sostenibilidad de las finanzas públicas.
La crisis del coronavirus ha obligado a Italia a aumentar su deuda para mitigar el impacto de la crisis económica y la ha disparado a niveles récord de los últimos 100 años.