Atenas, 1 abr (EFE).- El vicepresidente del BCE, Vítor Constancio, aseguró hoy que la entidad monetaria de la eurozona no ve un panorama de deflación por la baja inflación en el área de la moneda única, tampoco en España, donde, dijo, el IPC volverá a subir.
El índice de precios de consumo (IPC) ha vuelto a registrar tasas interanuales negativas, el 0,2 % en marzo, después de tres meses de crecimiento moderado y quedarse plano en febrero, un dato que, según expertos, puede asomar la posibilidad de entrar en deflación.
"No deberíamos sacar conclusiones inmediatas para el futuro próximo sobre la inflación en España y otros países bajo estrés, porque hemos visto esto antes durante un corto periodo de tiempo en otros Estados con tensiones, pero luego la inflación ha subido", señaló Constancio en la rueda de prensa posterior a la reunión informal de los ministros de Economía de la Unión Europea (UE).
"Prevemos que la consolidación de la recuperación, presuponiendo que los riesgos a la baja no se materializarán, elevará la inflación, incluido en España", señaló el vicepresidente del BCE.
"El hecho de que España esté ahora beneficiándose de crecimiento es un importante factor en esta dirección", sostuvo, al tiempo que pidió "interpretar correctamente" las cifras de la inflación interanual de marzo para la eurozona.
La inflación interanual en la zona del euro bajó al 0,5 % en marzo, según el cálculo adelantado de la oficina estadística comunitaria Eurostat.
Constancio admitió que "las perspectivas de una deflación es una preocupación", porque la tasa "parece indicar que la eurozona podría encontrarse en un periodo prolongado de baja inflación y eso ya de por sí, en una situación en la que los agentes económicos y los gobiernos tienen una gran deuda acumulada, puede contribuir a lastrar la recuperación" económica, explicó.
"Pero en cualquier caso es importante subrayar también que no tenemos ningún perspectiva de deflación", aseguró Constancio.
Indicó que el BCE, que tiene el jueves su reunión del consejo de gobierno, no ve esta posibilidad "en el sentido de que este régimen de baja inflación pueda llevar a una deflación real, es decir a un amplio descenso de los precios que generaría una serie de problemas nuevos que, como se ha visto en el caso de Japón, puede ser difícil de superar".
"No esperamos un escenario así en absoluto. Esperamos que el dato bruto (adelantado) quede corregido al alza ya en abril", sostuvo el vicepresidente del BCE.
No obstante, reconoció que un "régimen de baja inflación es ciertamente causa de preocupación.
(audio)(foto)(vídeo)