Fráncfort (Alemania), 14 may (.).- El Banco Central Europeo (BCE) no estaba preocupado en abril por la subida de la inflación en la eurozona, que espera que sea algo "temporal", según se desprende de las actas de la reunión de política monetaria del pasado 22 de abril, publicadas este viernes.
El Consejo de Gobierno del BCE estuvo de acuerdo en general en esa reunión sobre "la importancia de ignorar el aumento de la inflación a corto plazo, que espera que sea temporal, así como el incremento de la volatilidad los próximos doce meses", dice el texto que resume las deliberaciones.
Aunque algunos miembros dijeron que se ha producido una revisión al alza en las perspectivas de inflación para 2021 y 2022 desde que el BCE realizó sus últimas proyecciones macroeconómicas en marzo.
Además, del impacto de los precios de la energía, algunos miembros del Consejo de Gobierno del BCE observaron presiones inflacionistas a corto plazo por los problemas en las cadenas de suministro de algunos productos y materias primas en un momento en que la demanda se recupera.
Pero, el Consejo de Gobierno considera que la inflación subyacente, que descuenta la energía y los alimentos, porque son más volátiles, y las presiones sobre los precios siguen siendo débiles.
Todavía "existe un grado significativo de inactividad en el mercado laboral y no hay evidencia de que los salarios estén subiendo", dicen las actas.
En las proyecciones de marzo, los economistas del BCE pronosticaron una inflación del 1,4 % en 2023.
Un miembro de Consejo de Gobierno opinó que existen riesgos al alza para la inflación.
El Consejo de Gobierno aprobó por "un amplio acuerdo" dejar la política monetaria inalterada y reafirmar una postura muy expansiva.