Tokio, 23 dic (.).- La junta de política monetaria del Banco de Japón (BoJ) discutió en su reunión del pasado octubre el potencial impacto que tendría una futura retirada de sus tipos de interés ultrabajos, según las minutas publicadas hoy.
En su última reunión, celebrada entre el pasado lunes y martes, el banco central nipón decidió mantener sus tipos de interés de referencia negativos y el objetivo de que los bonos estatales a largo plazo oscilen en torno al 0 %, aunque amplió el rango de cotización para estos activos.
Muchos analistas e inversores interpretaron esta medida como un primer paso hacia el ajuste de su política monetaria a medio plazo, y en particular como un anticipo de subidas de tipos de interés por venir, lo que causó una caída en la Bolsa de Tokio y una rápida apreciación del yen.
Las minutas de la reunión previa de octubre muestran que los miembros de la junta de política monetaria ya destacaron entonces la necesidad de ser cautos a la hora de abordar futuras subidas de tipos de referencia por su impacto en las hipotecas y en los mercados.
La junta acordó en ese encuentro del 27 y 28 de octubre mantener sin cambios la amplia estrategia flexibilizadora de la entidad, aunque algunos de los miembros señalaron la necesidad de analizar cómo está afectando la inflación creciente a los salarios y al gasto de los hogares.
"Es importante continuar analizando cómo una futura salida de la política monetaria ultraflexible podría afectar a los mercados, y si los participantes en el mercado podrían estar preparados para este movimiento", dijo uno de los miembros de la junta del BoJ sobre una posibilidad que ya está sobre la mesa del banco central nipón.
El movimiento del BoJ de esta semana sorprendió a los mercados debido a que la mayoría de expertos preveía algún gesto de la entidad que apuntara a subidas de tipos en el segundo o tercer trimestre del año próximo, una vez que acabe el mandato del actual gobernador del banco central nipón, Haruhiko Kuroda.
El propio gobernador negó en una rueda de prensa el pasado martes que la medida "sea una subida de tipos de interés en la práctica ni un endurecimiento monetario o revisión del propio control de la curva de rendimientos".
Kuroda añadió que el BoJ "busca mejorar el funcionamiento" del mercado nacional de bonos y la sostenibilidad de su política monetaria frente al impacto de las fluctuaciones en los mercados globales, así como "un efecto positivo en las finanzas empresariales".