Guillermo Ximenis
Londres, 5 mar (.).- El éxodo de europeos del Reino Unido durante la pandemia y las nuevas trabas del Brexit para contratar a ciudadanos comunitarios han disparado los salarios en los sectores que más dependían de la mano de obra extranjera, como la hostelería y la construcción.
Los sueldos en empleos que tradicionalmente han llevado a cabo europeos han subido en torno a un 11 %, frente al 5 % el resto de ocupaciones, una brecha que se ha ampliado especialmente tras el fin de las restricciones por el coronavirus, según refleja un informe de Indeed, el mayor buscador de empleo del Reino Unido.
Muchas empresas "se han visto entre la espada y la pared", porque "hacía falta trabajadores con urgencia para mantener el crecimiento pero de pronto era mucho más difícil atraer a empleados", particularmente en sectores con salarios por debajo de la media, declaró a Efe Pawel Adrjan, economista jefe para Europa de Indeed.
Ciertas parcelas de la economía británica han visto como se formaba una "tormenta perfecta" sobre ellas. Al mismo tiempo que se levantaban nuevos requisitos para emigrar al Reino Unido desde la Unión Europea (UE), centenares de miles de comunitarios decidían regresar a sus países de origen.
La Oficina Nacional de Estadísticas británica (ONS) estima que en torno a 300.000 comunitarios han abandonado el Reino Unido desde mediados de 2019, cerca de un 10 % de la población de europeos.
NUEVO LÍMITE SALARIAL
Algunas de las ocupaciones a las que optaban los comunitarios en el Reino Unido tienen salarios medios por debajo del límite general de 25.600 libras (31.000 euros) que ha establecido el Gobierno británico para ofrecer visados a extranjeros.
Los migrantes comunitarios compiten ahora además en igualdad de condiciones con candidatos del resto del mundo, que están pasando por delante de ellos por primera vez en algunos sectores.
En determinados empleos no cualificados, además, no existe una condición específica para contratar a extranjeros, a no ser que el Ejecutivo decida incluir a un sector particular en un listado de trabajos con alta demanda.
Ese conjunto de circunstancias está obligando a las empresas a mejorar sus ofertas y condiciones para cubrir vacantes que antes del Brexit y la pandemia les resultaba más sencillo ocupar.
"A corto plazo, ese crecimiento puede beneficiar a los trabajadores de esos sectores, pero, más que algo positivo, lo interpreto como una señal de las dificultades que atraviesan ciertos sectores de la economía británica", esgrime Adrjan.
"Considero difícil que se mantenga este ritmo de aumento salarial, seguramente tendrá que haber ajustes", agrega.
En ámbitos como la agricultura, el economista considera que el incremento de los costes puede llevar a un descenso de la producción nacional y un incremento de las importaciones.
MÁS DE UN MILLÓN DE VACANTES
Con una tasa de desempleo del 4,1 %, en el Reino Unido se alcanzó en el periodo entre noviembre de 2021 y enero de 2022 un récord de 1,3 millones de empleos vacantes, según las cifras de la ONS.
Uno de los sectores más afectados es la hostelería, precisamente uno de los más dependientes de la mano de obra extranjera.
Entre noviembre y enero había 178.000 puestos sin cubrir en servicios de alojamiento y restauración. Solo en la sanidad y los cuidados sociales era mayor el déficit de empleados, que alcanzaba 206.000.
Un análisis de la empresa de búsqueda de empleo Reed estima que en el salario medio en la hostelería británica era de 26.888 libras el pasado junio (32.480 euros), frente a 22.701 libras un año antes (27.400 euros).
Fue en mitad de la pandemia, en febrero de 2021, cuando el número de europeos en la hostelería británica tocó fondo. En aquel momento, había 125.000 comunitarios menos en el sector (un 31 % menos) respecto a junio de 2019.
Aunque esa tendencia se ha revertido ligeramente en los últimos meses, se ha registrado un crecimiento mucho más rápido en el número de empleados británicos en la hostelería, que están a punto de sobrepasar a los extranjeros extracomunitarios en el sector.
Desde el pasado enero, el Gobierno ha iniciado una campaña para movilizar a cerca de 500.000 personas apuntadas a las listas del paro y que están cobrando subsidios a fin de que contribuyan a cubrir las vacantes en el mercado laboral.
El plan prevé que los desempleados estén obligados a ampliar su búsqueda de trabajo a otros sectores si no han encontrado un empleo en un plazo de cuatro semanas.