Bruselas, 8 nov (.).- Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona (Eurogrupo) admitieron este lunes que el aumento de la inflación es “un poco más persistente” de lo anticipado, si bien siguen considerando que se trata de un fenómeno temporal.
La reunión que celebraron hoy en Bruselas también sirvió para poner en marcha el debate sobre la reforma de las normas fiscales comunitarias, después de que la Comisión Europea (CE) presentara en octubre un documento para retomar la revisión.
“Aunque el incremento de los precios se debe en gran medida a factores temporales, este aumento es un poco más persistente de lo anticipado debido a la fortaleza de la recuperación”, declaró el presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, en la rueda de prensa posterior al encuentro.
No obstante, recalcó que el Eurogrupo sigue confiando en que a lo largo de 2022 y en 2023 disminuya la inflación.
“El consenso fue que los desafíos inflacionarios a los que hacemos frente en la actualidad se moderarán y mejorarán, en particular, a medida que avanzamos al año próximo”, comentó, y añadió que las razones principales para esa bajada de los precios serán la mejora esperada en las cadenas de suministro en todo el mundo y movimientos en los mercados laborales de la eurozona.
Según la primera estimación preliminar de Eurostat, la inflación llegó al 4,1 % durante octubre en la eurozona, impulsada, sobre todo, por el alza de los precios de la energía.
En ese contexto, los ministros prestaron especial atención al incremento de la inflación y, en particular, de los precios de la energía, durante su debate sobre la situación macroeconómica.
De todas formas, Donohoe destacó que “pese a algunos desafíos, la recuperación se está afianzando” y recordó que las cifras del PIB de la eurozona en el tercer trimestre de 2021 muestran que la economía “casi ha vuelto a los niveles prepandémicos”.
El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, aseguró que el crecimiento está avanzando “con fuerza” en la Unión Europea, si bien destacó aspectos en su contra, como la pandemia, las interrupciones en las cadenas de suministro y el aumento de la inflación.
Sobre ese tercer factor, dijo que está impulsado “principalmente, pero no en exclusiva, por los aumentos en los precios de la energía”.
En cualquier caso, recalcó que los problemas en la cadena de suministro y la inflación son “mayoritariamente temporales”.
La vicepresidenta primera y ministra de Economía española, Nadia Calviño, coincidió en señalar que el aumento de la inflación y de los precios de la energía es un fenómeno “transitorio”.
Que hasta ahora el alza de la inflación se haya considerado un fenómeno transitorio "no quita", según Calviño, "que estemos siguiéndolo con mucha atención y que haya una preocupación sobre cuál puede ser el impacto de este aumento, sobre todo, de los precios de la energía y las restricciones en las cadenas de valor globales, en las cadenas de suministro globales, en la medida en que esto pudiera convertirse en un fenómeno más estructural o con un impacto más permanente".
Por otro lado, en una sesión a veintisiete con los ministros de la eurozona y del resto del club comunitario, tuvo lugar un primer debate sobre la reforma de las normas fiscales comunitarias.
El Ejecutivo comunitario reanudó en octubre el debate sobre la revisión de las reglas europeas de disciplina presupuestaria para conciliar una reducción "realista" de la deuda pública con las inversiones millonarias que requerirá la transición ecológica.
Bruselas publicó un documento en el que analiza la situación económica de la UE por el impacto de la covid-19 y extrae las "lecciones" que deja para su marco de gobernanza, pero no hace propuestas concretas de reforma.
La Comisión había empezado en febrero de 2020 la revisión de estas reglas, que fundamentalmente exigen que la deuda pública no supere el 60 % del PIB y el déficit no rebase el 3 %, pero la pandemia obligó a paralizarla.
En marzo de ese año, suspendió las normas para permitir el enorme gasto público con que los Gobiernos respondieron a la crisis y el plan es que se reactiven en 2023.
La intención de Bruselas es que los Gobiernos del club comunitario logren un acuerdo sobre las reglas antes de que en 2023 se vuelvan a aplicar.
Donohoe aseguró que el Eurogrupo debatió cómo se implicará en la revisión y acordó un plan de trabajo.
“En general, nuestros esfuerzos girarán en torno a cómo podemos asegurar un equilibrio entre promover inversiones favorables al crecimiento y garantizar la sostenibilidad fiscal”, expuso.
El comisario de Economía, igualmente, instó a buscar un equilibrio entre la reducción de la deuda y el apoyo a la recuperación y el crecimiento “estable”, sin olvidar la necesidad de “hacer más simples” las normas.
“Debemos reducir seriamente este nivel de deuda, pero de un modo favorable al crecimiento, lo que no es fácil en absoluto”, comentó.
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