Berlín, 4 abr (EFE).- El gobierno alemán prepara un programa para combatir el desempleo de larga duración, destinado a fomentar la reincorporación al mercado laboral de unos 30.000 desempleados crónicos y que podría financiarse con fondos europeos.
Los destinatarios del programa serán perceptores de los subsidios previstos para estos casos -los llamados Hartz IV-, que no han completado su formación y que por tanto tienen mayores dificultades para encontrar trabajo, informa hoy el diario "Süddeutsche Zeitung".
Fuentes del ministerio del Trabajo confirmaron que se estaba trabajando en un concepto en esa dirección y destacaron que la búsqueda de empleo para los desempleados crónicos es muy dificultosa, pese a la buena salud del mercado laboral alemán.
De acuerdo con el mencionado rotativo, el plan del ministro que dirige la socialdemócrata Andrea Nahles es ofrecer puestos de trabajo subvencionados, por un periodo de 18 meses, a estos parados de larga duración.
El propósito es "animar" con ello a la patronal a contratar a desempleados que buscan activamente un puesto de trabajo, sin éxito, desde hace dos años.
Al programa se destinarán unos 470 millones de euros, procedentes de los fondos sociales europeos, añade el diario, así como excedentes de las partidas presupuestarias del departamento de Empleo.
El número de desempleados crónicos en Alemania, que buscan activamente un empleo desde hace un año o más, se estima en un millón de personas, de los cuales a aproximadamente la mitad se les considera difícilmente recuperables para el mercado laboral.
Las informaciones acerca de este programa siguen a la aprobación ayer por el Gobierno de la canciller Angela Merkel al proyecto de ley de la ministra Nahles, que establecerá un salario mínimo interprofesional, establecido en 8,5 euros por hora.
De ese mínimo quedarán excluidos los desempleados de larga duración que encuentren nuevamente trabajo, en sus primeros seis meses de contrato, así como los menores de 18 años sin titulación y los becarios en formación.
La implantación de un salario mínimo interprofesional, que existe en 21 de los 28 países de la UE, fue una de las principales exigencias del Partido Socialdemócrata (SPD) para firmar el acuerdo de coalición con los conservadores de Merkel.