Por Ryan Woo y Ellen Zhang
PEKÍN, 24 oct (Reuters) - La economía china repuntó a un ritmo más rápido de lo esperado en el tercer trimestre, pero los estrictos controles por el COVID-19, la prolongada caída del sector inmobiliario y los riesgos de recesión mundial ponen en entredicho los esfuerzos de Pekín por fomentar una sólida reactivación durante el próximo año.
Ayudado por las medidas estatales para reactivar la actividad, el producto interior bruto (PIB) de la segunda economía mundial aumentó un 3,9% en el trimestre acabado en julio a septiembre en términos interanuales, según mostraron los datos oficiales el lunes, por encima del ritmo del 3,4% previsto en una encuesta de Reuters y acelerando el ritmo del 0,4% del segundo trimestre.
Sin embargo, la debilidad de la demanda interna y la ralentización de las exportaciones apuntan a una recuperación accidentada, ya que China parece dispuesta a continuar con su actual estrategia de "cero-COVID", después de que el país concluyera el domingo su doble remodelación de liderazgo, en la que Xi Jinping se aseguró un tercer mandato como secretario general del gobernante Partido Comunista.
Las acciones de Hong Kong se desplomabann y las de China caían el lunes, mientras el yuan se debilitaba, después de que la nueva composición del máximo órgano de Gobierno chino aumentara los temores entre los inversores de que Xi redoble las políticas movidas por la ideología a costa del crecimiento económico.
En términos trimestrales, el PIB aumentó un 3,9% en el tercer trimestre, frente a una caída revisada del 2,7% en el periodo abril-junio y una subida esperada del 3,5%
La publicación de los datos estaba prevista inicialmente para el 18 de octubre, pero se retrasó ante el importante congreso del Partido Comunista de la semana pasada.
"La economía china tiene una gran resistencia, potencial y latitud", dijo Xi a los periodistas el domingo al presentar el equipo de liderazgo del Partido Comunista para los próximos cinco años.
"Sus sólidos fundamentos no cambiarán, y se mantendrá en una trayectoria positiva a largo plazo".
La economía se vio favorecida por el sector manufacturero, con datos separados que muestran que la producción industrial en septiembre aumentó un 6,3% respecto al año anterior, superando las expectativas de un aumento del 4,5% y del 4,2% en agosto.
A pesar de este repunte, la economía se enfrenta a múltiples retos en el país y en el extranjero. Los recortes por la pandemia en China y las dificultades en su importante sector inmobiliario han exacerbado la presión externa de la crisis de Ucrania y una desaceleración mundial debida a las subidas de los tipos de interés para frenar la inflación al rojo vivo.
Un sondeo de Reuters prevé que el crecimiento de China se ralentizará al 3,2% en 2022, muy por debajo del objetivo oficial de alrededor del 5,5%, lo que supone uno de los peores resultados en casi medio siglo.
(Reporte de Ryan Woo y Ellen Zhang; editado en español por Flora Gómez)