París, 07 feb (.).- La actividad en Francia no sólo no caerá en la primera mitad del año, como se había podido temer, si no que crecerá a un ritmo del 0,2 % en los dos primeros trimestres de este año, frente al 0,1 % de los últimos tres meses de 2022.
Este es el escenario que plantea el Instituto Nacional de Estadística (INSEE) en su informe de coyuntura publicado este martes, en el que reconoce que esta previsión es susceptible de variar al alza o a la baja por diversos factores que planean en el horizonte.
En cualquier caso, si se cumplen sus cifras para el primer semestre, el producto interior bruto (PIB) francés progresaría un 0,6 % en 2023 en caso de que la economía se estancara en la segunda mitad del ejercicio.
El Gobierno francés prevé un aumento del 1 % del PIB en todo 2023, una cifra más optimista que la del Banco de Francia, que sólo espera un 0,3 %.
Los autores del informe señalan que hay incertidumbres en el escenario internacional, aunque destacan también notas de optimismo como el fin de las restricciones sanitarias por el coronavirus en China, el buen comportamiento relativo de la economía estadounidense y el carácter menos agudo de lo que se temía de la crisis energética en Europa.
Sin embargo, la inflación es el principal punto negro, aunque esté ralentizándose en algunos países, porque afecta al poder adquisitivo y, por tanto, al consumo. Además, sobre las perspectivas pesan también las muy posibles subidas adicionales de los tipos de interés a uno y otro lado del Atlántico.
El INSEE, de entrada, estima que la inflación interanual en Francia debería bajar, sobre todo por los productos petrolíferos, para situarse en torno al 5 % en junio, frente al cerca del 6 % en el que se había estabilizado en la segunda mitad de 2022.
No obstante, cree que la subida de los precios alimentarios se va a mantener en alrededor del 13 % y la inflación subyacente (que excluye los elementos más fluctuantes, que son la energía y los alimentos) seguirá por encima del 5,5 %.
La actividad en Francia se ralentizó en el cuarto trimestre de 2022, con una progresión del 0,1 %, inferior a la del 0,2 % del tercero. En total, el PIB en 2022 subió un 2,6 % y eso gracias sobre todo a la recuperación en los primeros meses con el levantamiento de las últimas restricciones por la crisis de la covid.