Madrid, 5 oct (.).- El catedrático emérito de la Universidad de Barcelona Mariano Marzo ha advertido de que la extracción de muchos minerales necesarios para la transición energética está "más concentrada" que la del petróleo o el gas natural, una situación que empeora en términos de procesado, en manos, principalmente, chinas.
Ello tendrá efectos geopolíticos, ha dicho Marzo en la jornada celebrada este jueves por la Fundación Naturgy (BME:NTGY), donde también ha intervenido la portavoz de la representación de la Comisión Europea en España, Paula Ceballos, que ha avisado de que el riesgo "no se encuentra en la materia prima en sí" sino que los cuellos de botella "pueden estar en otras partes de la cadena, como el procesamiento".
Los minerales críticos son metales y no metales considerados vitales para la buena marcha de las economías globales, pero cuyo suministro puede estar en riesgo, estresado, por escasez geológica, cuestiones geopolíticas o decisiones comerciales, entre otros factores.
A tenor de Marzo, el despliegue rápido de tecnologías limpias que requiere actualmente la transición energética "implica un aumento significativo" de la demanda de estos minerales, no en vano el proceso hacia la descarbonización de las economías es también "una transición extractiva".
Tanto es así que la demanda de minerales para estas tecnologías se multiplicará, como mínimo, por cuatro, a fin de alcanzar los objetivos climáticos prefijados, con un crecimiento "particularmente alto" en el caso de los vehículos eléctricos.
Preocupa el procesado
Marzo ha explicado, asimismo, que las necesidades de minerales varían en función del tipo de tecnología energética, de modo que mientras que la solar fotovoltaica requiere de cobre y aluminio, la eólica también precisa de zinc y cromo; las baterías, de cobalto, tierras raras y litio, y el hidrógeno, de níquel y metales del grupo del platino.
En su opinión, "no hay carestía de recursos" pues, dejando de lado la calidad del mineral -es decir, su grado de concentración- y a pesar del "aumento continuado" de la extracción, las reservas económicamente viables "han ido aumentando".
Eso sí, hoy en día, la extracción de muchos de estos minerales, necesarios para la transición energética, "está geográficamente más concentrada que la de petróleo y gas", en territorios como China, República Democrática del Congo o Sudáfrica, y sólo en contados casos, en países occidentales.
En términos similares se ha expresado la portavoz de la representación de la Comisión Europea en España, que ha incidido en que "el riesgo no se encuentra en la materia prima en sí" porque, en algunas, las extracciones "están diversificadas".
Sin embargo, los cuellos de botella "pueden estar en otras partes de la cadena" de suministro, como el procesamiento, ha apuntado Paula Ceballos, que ha puesto de ejemplo al cobalto y el litio, materias "necesarias" para las baterías de los coches eléctricos cuyo consumo va a aumentar "muchísimo" en los próximos años.
"Los yacimientos están relativamente diversificados, en países con los que tenemos una relación buena. En el caso del litio, Australia es responsable de, más o menos, el 53 % del suministro mundial, pero el 90 % de su producción se exporta a China para su procesado", ha revelado.
Algo similar ocurre con el cobalto, ya que "casi tres cuartas partes" proceden de la República Democrática del Congo; no obstante, esa producción "ya está dominada por empresas chinas, y China tiene el 75 % de la capacidad mundial de procesado".
Diversificar las cadenas de suministro
Por todo ello, Ceballos ha resaltado la "vital importancia" de diversificar las cadenas de suministro.
Una tarea en la que trabaja la Unión Europea, a través de la Ley Europea de Materias Primas con la que quiere garantizar un suministro seguro y sostenible de materias primas fundamentales para la industria europea, y reducir su dependencia respecto a las importaciones suministradas por un solo país.
"La transición comporta cambios significativos en comercio energético, en los países que controlan las cadenas de suministro y, en definitiva, en la geopolítica energética", ha añadido Marzo, consciente de que se está ante "un desafío" difícil, pero no por ello sin solución.
En esta senda será fundamental "garantizar una inversión adecuada", un ambiente regulatorio propicio, promover innovación, apostar por la neutralidad tecnológica, multiplicar el reciclaje, mejorar la resiliencia de la cadena, incorporar normas más estrictas y fortalecer la colaboración internacional entre productores y consumidores, ha sentenciado el profesor.