El gobierno del Reino Unido ha anunciado un incremento del 6,7% en el salario mínimo para la mayoría de los adultos a partir de abril del próximo año, una medida que afectará a aproximadamente 3 millones de trabajadores. Esta decisión, hecha pública el lunes, forma parte del compromiso del nuevo gobierno laborista de ajustar los salarios en consonancia con el coste de vida y mantener el umbral establecido de dos tercios de los ingresos medios por hora.
La ministra de Finanzas, Rachel Reeves, reveló el aumento salarial antes de la presentación de su primer presupuesto, que se prevé incluirá aumentos significativos en el gasto público, la inversión y los impuestos. El salario mínimo para adultos pasará de 11,44 libras a 12,21 libras (15,88 dólares) por hora.
Los trabajadores más jóvenes, que tradicionalmente ganan menos, experimentarán incrementos salariales aún mayores, con tasas para aquellos entre 18-20 años y 16-17 años aumentando en un 16,3% y 18,0%, respectivamente. Reeves declaró: "Este impulso salarial para millones de trabajadores es un paso significativo hacia el cumplimiento de esa promesa", refiriéndose al compromiso del gobierno de establecer un salario digno real.
Sin embargo, el aumento ha suscitado preocupaciones entre los empleadores. La Comisión de Bajo Salario (LPC), un organismo asesor compuesto por empleadores y sindicatos, señaló los desafíos que enfrentan las empresas para adaptarse a los aumentos del salario mínimo, que han subido más del 20% en los últimos dos años. La presidenta de la LPC, Philippa Stroud, indicó que hay algunas señales de que los empleadores están teniendo dificultades con los incrementos salariales, aunque los datos detallados estarán disponibles en el informe completo de la LPC que se publicará el miércoles.
La Confederación de la Industria Británica (CBI) ha expresado inquietudes de que el aumento del salario mínimo pueda presionar las finanzas de las empresas y limitar el gasto en inversiones. La Fundación Resolution, un think tank centrado en los estándares de vida, acogió con satisfacción la noticia para los trabajadores con bajos salarios, pero advirtió a la LPC que vigilara las consecuencias no deseadas, como un posible aumento en el uso de trabajadores autónomos para reducir costes.
El Banco de Inglaterra está observando de cerca el crecimiento de los salarios mientras evalúa la posibilidad de reducir las tasas de interés, dependiendo de si las presiones inflacionarias en la economía muestran signos de disminución.
Reuters contribuyó a este artículo.
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