Atenas, 5 mar (EFE).- Las negociaciones entre el Gobierno griego y la "troika" de acreedores no parecen avanzar todo lo rápido que deberían y por ahora no se vislumbra de alcanzar un acuerdo antes de la reunión del Eurogrupo el próximo lunes, como planeaba Atenas.
El primer ministro, Andonis Samarás, se reunió hoy nuevamente con el viceprimer ministro, Evángelos Venizelos, y el titular de Finanzas, Yannis Sturnaras, en un intento de desbloquear las negociaciones con los acreedores del país.
"Conseguiremos un acuerdo hasta el lunes", afirmó el portavoz del Gobierno, Simos Kedíkoglu, en declaraciones a la televisión privada Skai, en un tono optimista que contrasta con filtraciones del Gobierno el martes a los medios.
Fuentes gubernamentales citadas por los medios expresaron dudas sobre la posibilidad de acuerdo y pidieron "al mínimo, una declaración de la "troika" que confirme el progreso de las negociaciones".
Uno de los principales puntos de desacuerdo está en la necesidad de recapitalización de los bancos griegos.
Los cálculos del Banco de Grecia parten de una necesidad financiera de entre 5.000 y 6.000 millones de euros, según anunció el gobernador del banco central, Yorgos Provópulos, hace unas semanas, mientras que la "troika" de acreedores al menos la cifra en 8.000 millones.
Provópulos se reunió dos veces con los representantes de la "troika" sin llegar a un acuerdo y decidió anunciar los resultados de las pruebas de resistencia antes del fin de semana.
Otro tema de desacuerdo son los despidos masivos. Los representantes de la "troika" exigen la liberalización completa de los despidos, algo que el Gobierno griego quisiera evitar a toda costa en vísperas de elecciones europeas y locales.
El tercer tema de disenso está en la liberalización de los mercados de productos y de servicios.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) formuló 329 recomendaciones para que Grecia mejore su competitividad.
La OCDE calculó en 5.200 millones de euros (2,5 % del PIB) los beneficios económicos que podría generar Grecia en caso de que aplicara esta serie de medidas "encaminadas a mejorar el poder adquisitivo de los ciudadanos y la productividad de las empresas".
El Gobierno ha aceptado ya la aplicación de 289 recomendaciones, pero considera innecesarias las 40 restantes a pesar de que la "troika" insiste en la necesidad de poner en marcha quince de ellas.
Entre estas figuran la autorización de venta de medicamentos sin receta en supermercados y el prolongamiento del periodo de consumo de la leche fresca.
Un acuerdo del Gobierno con la "troika" formada por los representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea (UE) y el Banco Central Europeo (BCE) es, en principio, una condición para que el Eurogrupo del próximo 10 de marzo desbloquee el tramo del rescate correspondiente al último trimestre de 2013 y al primero de este año.
La parte europea de este tramo asciende a 8.800 millones de euros, a los que se suman 5.300 millones del FMI.
Grecia necesita a más tardar en mayo una nueva inyección financiera, pues para entonces vencen bonos del Estado por valor de 9.200 millones de euros.