Teresa de Miguel
Nueva York, 28 dic (EFE).- El selectivo S&P 500, uno de los tres principales indicadores de Wall Street, interrumpió hoy la racha alcista de la que había disfrutado las últimas cinco jornadas al caer el 1,25 %, un retroceso por el que vuelve a acumular pérdidas desde enero a tan solo dos días para que termine 2011.
El S&P 500, que había logrado conquistar los números verdes en términos anuales, vuelve ahora al territorio negativo con una pérdida acumulada del 0,64 %, por lo que ya no tiene sobre seguro que vaya a cerrar el año el próximo viernes con un cierto tono optimista.
También fue superior al punto porcentual el retroceso que registró este miércoles el índice de referencia del parqué neoyorquino, el Dow Jones de Industriales, que cedió un 1,14 % ó 139,94 puntos hasta quedar en 12.151,41 unidades, aunque todavía acumula ganancias del 4,96 % desde enero.
Mientras tanto, el índice compuesto del mercado Nasdaq perdió 1,34 % para alejarse más aún de terminar el año en números verdes: desde enero acumula ya un retroceso del 2,37 %.
Tras el rally de la semana pasada, cuando los tres principales indicadores de Wall Street registraron avances de entorno al 3 %, los inversores neoyorquinos no han podido dar continuidad a esa tendencia alcista en estos últimos días de cotizaciones de 2011.
La escasez de volumen y el aletargamiento tras las fiestas navideñas dejaron al parqué prácticamente plano el martes, mientras que este miércoles el ánimo vendedor se hizo con los inversores en contra de todos los pronósticos, ya que Italia consiguió superar con éxito su subasta de deuda de bonos a 6 meses y 2 años.
El resultado de esa emisión, conocido antes de la apertura del mercado en Wall Street, provocó que los futuros previos al inicio oficial de la jornada apuntaran a un inicio alcista, pero el parqué se fue tiñiendo de un rojo cada vez más oscuro a medida que fueron transcurriendo las horas.
Y es que los inversores dejaron atrás el optimismo por esa subasta italiana -de un total de 10.732 millones de euros, con una rentabilidad casi la mitad de la registrada en la anterior subasta de estos tipos de deuda- y pusieron su vista en la que ese país tendrá que realizar mañana, de bonos a mucho más largo plazo.
En concreto, Italia intentará captar entre 5.000 y 8.500 millones de euros con la emisión de bonos a 3, 7 y 10 años, así como con títulos de deuda con vencimiento en 2022, lo que los analistas vaticinan que será más difícil debido a la incertidumbre que reina sobre el futuro de los países de la zona euro.
La preocupación sobre la emisión de mañana provocó que la rentabilidad de los títulos italianos a diez años en el mercado secundario continuara aumentando y que el euro comenzase a bajar con fuerza, hasta quedar incluso por debajo de la simbólica cota de los 1,3 dólares por euro.
La caída de la moneda única europea animó a los inversores neoyorquinos a depositar sus fondos en la divisa estadounidense, lo que provocó una huida del mercado de valores neoyorquino que intensificó el ánimo vendedor.
El fortalecimiento del dólar también afectó a los mercados de materias primas, ya que, al negociarse en dólares, resultan más costosas con un "billete verde" encarecido, por lo que el petróleo de Texas cayó 1,95 % hasta 99,36 dólares por barril, por debajo de la cota de los cien dólares, y el oro descendió hasta los 1.564,1 dólares la onza.
En consecuencia, el sector de las materias primas fue el principal perdedor de la jornada en Wall Street con un descenso del 2,15 %, seguido por el energético (-1,63 %), el financiero (-1,52 %), el tecnológico (-1,31 %) y el de los transportes (-1,24 %), entre otros.
Detrás de los números rojos de la jornada en Wall Street también se escondió un dato peor de lo previsto sobre la evolución de la economía japonesa, ya que la producción industrial en el país asiático descendió un 2,6 % en noviembre respecto a octubre, su primer retroceso en dos meses, y el desempleo se mantuvo sin cambios, en el 4,5 %. EFE