Oscar Tomasi
Lisboa, 8 abr (EFE).- Ante la peor crisis que se recuerda en Portugal, la cadena de distribución Jerónimo Martins parece inmune y continúa presentando altos beneficios y planes de expansión, que tras su éxito en Polonia sitúan su próximo objetivo en Colombia.
La compañía lusa -aunque de origen gallego- es presidida por una de las mayores fortunas de Portugal, la de Alexandre Soares dos Santos, que ha erigido un auténtico emporio que también brilla en la Bolsa de Lisboa, donde su valor prácticamente se ha duplicado en los últimos dos años, hasta superar los 9.600 millones de euros.
En la misma línea ascendente se encuentran sus ganancias, que han crecido sin parar durante los últimos nueve ejercicios de forma consecutiva, con unos beneficios acumulados en este período de 1.500 millones de euros.
La firma tiene sus orígenes a finales del siglo XVIII, cuando un joven gallego llamado precisamente Jerónimo Martins llegó a Lisboa y abrió una pequeña tienda de ultramarinos en el barrio de Chiado.
Pronto logró convencer y hacer negocios con la Casa Real, embajadas y navíos que paraban en el puerto lisboeta para abastecerlos de alimentos y prosperar, acercándose también al sector más sibarita de la sociedad de la época.
Tras su muerte fue su hijo quien se hizo cargo de la "tienda", aunque éste falleció sin dejar descendencia y acabó entregando la empresa a sus empleados más cualificados.
Después de superar años difíciles, el abuelo de Soares dos Santos decidió comprar la compañía en 1921, una conexión familiar que desde entonces perdura aunque respetando el nombre de su primer propietario.
El grupo de distribución luso opera en Portugal a través de los supermercados Pingo Doce y trabaja con la hostelería y la restauración con su marca Recheio, además de participar también en la industria alimentaria.
Una de las razones de su éxito fue la adquisición hace ya 15 años de la enseña Biedronka en Polonia, supermercados líderes hoy del país y cuyos ingresos suponen ya el 60 por ciento de su cifra de negocio total, que ronda los 9.800 millones de euros.
Sus próximos planes pasan por abrirse un hueco en Colombia, donde el grupo considera que existe margen para crecer debido a la mayoritaria presencia todavía en el comercio alimentario de mercadillos callejeros y pequeñas tiendas.
El desembarco de Jerónimo Martins en Sudamérica está previsto para el último trimestre de este año, en una nueva aventura por este continente después de abandonar sus negocios en Brasil en 2002, que dejó por falta de músculo financiero para invertir al mismo tiempo que lo hacía en Polonia, en el que ha sido su más sonado contratiempo.
A contracorriente, la expansión de los negocios de Jerónimo Martins ha corrido pareja al progresivo deterioro de la economía lusa, en un caso que recuerda al ocurrido en el país vecino, España, con la cadena de distribución valenciana Mercadona.
Pese a tener origen en dos de los países más afectados por la actual crisis económica, ambas tienen varias similitudes: alto nivel de beneficios en 2012 (470 millones por la española y 340 en el caso de la portuguesa), ritmo de crecimiento de dos dígitos de sus ganancias (cercano al 20 % este año y superior al 40 % en 2010) así como su clara apuesta por la marca blanca.
La buena marcha de sus negocios han permitido a sus dueños subir en la lista elaborada por la revista "Forbes" sobre las mayores fortunas del mundo, con el valenciano Juan Roig en la posición 223 y el empresario luso Alexandre Soares dos Santos en el puesto 491.
La imagen de Jerónimo Martins en Portugal se vio afectada recientemente, sin embargo, por la decisión del Consejo de Administración de cambiar la sede social a Holanda, un movimiento que se relacionó con las ventajas fiscales que presentan los Países Bajos y que ya han llevado a cabo algunas de las principales empresas lusas. EFE