Johannesburgo, 18 oct (EFE).- Brasil, Sudáfrica e India, tres de las principales economías emergentes, reclamaron hoy a Europa gestos creíbles para calmar a los mercados, y mostraron su intención de situar las prioridades de los países en desarrollo en el centro de la próxima cumbre del G20.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, su homólogo sudafricano, Jacob Zuma, y el primer ministro indio, Manmohan Singh, se reunieron hoy en Pretoria con motivo del quinto Foro del IBSA (India, Brasil y Sudáfrica) con la mirada puesta en la postura que estos países llevarán a la reunión del G20.
El G20, que aúna a las veinte economías más potentes del planeta y en el que conviven países desarrollados y emergentes, se reúne en noviembre en la ciudad francesa de Cannes con el reto de atajar la amenaza de una nueva recesión a consecuencia de la fragilidad de los bancos y la crisis de deuda de los países europeos.
En este sentido, los tres líderes mostraron su preocupación por la situación económica y "sus desafíos para las perspectivas de crecimiento de los países en desarrollo, especialmente, los más pobres" y urgieron a la puesta en marcha de un plan macroeconómico y políticas fiscales y reformas estructurales en la Eurozona.
En un comunicado conjunto al término de la reunión, el grupo IBSA hizo un llamamiento a otras economías desarrolladas a impulsar el crecimiento y ayudar a la economía global.
"Esto requiere consolidación fiscal en países con deuda alta y medidas para incentivar la demanda. Brasil, India y Sudáfrica están haciendo su parte para mantener el crecimiento mientras contienen la inflación y aplican disciplina fiscal", añade el texto.
Los tres líderes remarcaron la importancia de la Agenda de Desarrollo del G20, centrada "en la contribución al crecimiento sostenible en los países en desarrollo", según expresaron en la declaración conjunta de la cumbre, facilitada por el Gobierno sudafricano.
En su discurso de apertura del foro IBSA, Rousseff hizo un llamamiento a todos los países a unirse en los esfuerzos para una consolidación fiscal y coordinación macroeconómica.
No obstante, en la rueda de prensa posterior, la mandataria brasileña matizó que "es necesario un acuerdo creíble entre los países europeos para impedir que la crisis se vuelva incontrolable", y añadió que los países del IBSA reforzarán sus mercados internos para resistir la crisis.
Por su parte, Singh afirmó que las tres economías coordinarán sus posturas en la cumbre del G20 para garantizar que las prioridades de los países emergentes queden reflejadas adecuadamente, informó el servicio gubernamental de noticias sudafricano BuaNews.
El presidente anfitrión se limitó a decir que el país africano continúa colaborando estrechamente con foros como el G20, BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) para afrontar asuntos financieros y económicos.
Los jefes de Estado y de Gobierno abogaron por la reforma de organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Además, la presidenta de Brasil destacó el papel que los miembros del IBSA jugaron en el Consejo de Seguridad de la ONU durante las crisis de Libia y Siria, lo que, en su opinión, demuestra que estos países "tienen capacidad para asumir un puesto permanente en el Consejo y dotarle de la legitimidad que le falta".
La amenaza de una nueva recesión a nivel global constituye una importante amenaza para las economías emergentes, que pese a sus perspectivas de crecimiento, podrían verse afectadas por una caída en la demanda y los precios de las materias primas, principal fuente de ingresos de los países en desarrollo. EFE