Fráncfort (Alemania), 28 oct (.).- El presidente saliente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, no va a asistir a la ceremonia de despedida del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, porque no debe volar por motivos de salud.
Es posible que la presidenta electa de la CE, Ursula von der Leyen, acuda al acto en el que Draghi entregará el testigo a su sucesora Christine Lagarde, que en este caso es una campana.
En las reuniones de política monetaria del Consejo de Gobierno del BCE el presidente es el único que tiene esa campana, que puede utilizarla en caso necesario para hacer callar a los miembros.
Draghi nunca ha utilizado la campana en sus ocho años de mandato porque solo con su presencia tenía suficiente autoridad.
Esa campana es pequeña pero la que se va a utilizar hoy como símbolo de traspaso del mandato es más grande para facilitar las imágenes de prensa y sólo se utiliza una vez cada ocho años.
La ceremonia comenzará con una actuación musical a la que seguirán las intervenciones de la canciller alemana, Angela Merkel, y de los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, e Italia, Sergio Mattarella.
Posteriormente dará un discurso Draghi y, por último, su sucesora Lagarde.
La ceremonia se celebra en la sede central del BCE y no en el edificio de la ópera antigua Alte Oper porque Draghi quería algo más sobrio y más económico.