Tokio, 18 ene (.).- El gobernador del Banco de Japón (BoJ), Haruhiko Kuroda, volvió a defender hoy, al término de su reunión mensual sobre política monetaria, la decisión del banco central de mantener sus medidas ante la falta de progresos estables hacia el objetivo inflacionario de la entidad.
"Todavía no se ha logrado un índice de precios de consumo (IPC) estable y sostenible como el deseado", ni un nivel adecuado que "permita a las empresas subir los salarios", dijo Kuroda en una rueda de prensa horas después de que la entidad emisora nipona decidiera mantener inalterada las principales medidas de su estrategia ultraflexibilizadora.
Éstas incluyen tipos de interés a corto plazo del -0,1 % y un programa de compras ilimitadas de bonos para mantener los rendimientos del bono a largo plazo en torno a cero, mientras tolera una horquilla de cotización del +-0,5 %, un margen que amplió en su pasada reunión, lo que desató las especulaciones sobre una posible subida de tasas en la reunión concluida este miércoles.
Al ser preguntado sobre la aparente inefectividad de la medida, Kuroda argumentó que el cambio es reciente "y tardará cierto tiempo hasta que la curva se modifique bien", y descartó subir los tipos porque considera que estas medidas ya permiten operar flexiblemente el mercado y hacer que los rendimientos sean "sostenibles".
Haciendo balance sobre la política ultraflexible que la entidad adoptó desde que tomó las riendas del BoJ en 2013, Kuroda señaló que desde entonces estas medidas han contribuido a sacar al país de la deflación que mantenía desde 1998 y lograr cierto crecimiento, así como una subida del número de empleos y los salarios.
Lamentó, no obstante, no haber podido situar la inflación en su objetivo estable de en torno al 2 %.
El índice de precios de consumo subió en Japón un 3,7 % el pasado noviembre, su mayor incremento en 41 años, y por encima de la meta del BoJ por octavo mes consecutivo, pero el banco central japonés considera que esta inflación es de carácter importado y transitorio por el encarecimiento global de las materias primas y de la energía.
Por ello se resiste a subir los tipos, como sí vienen haciendo desde hace meses otros homólogos internacionales de referencia como la Reserva Federal estadounidense o el Banco Central Europeo.
Kuroda considera "natural" que los mercados hagan sus propias previsiones, pero considera que "no es necesario" que estas coincidan con las del BoJ.
El ajuste monetario acometido por el banco central japonés avivó las especulaciones sobre una subida de tipos que no termina de llegar, aunque los analistas esperan que en cualquier caso, el BoJ modifique su rumbo como muy tarde a partir de abril, cuando concluirá el mandato de Kuroda al frente de la entidad.
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