Sao Paulo, 2 dic (EFE).- El estadounidense Paul Krugman, premio
Nobel de Economía en 2008, advirtió hoy en Sao Paulo sobre los
riesgos que puede causar el "optimismo excesivo" que se siente en la
economía brasileña.
"Brasil no será superpotencia mañana. El mercado, sin embargo, ya
valoriza eso y los mercados están perdiendo así contacto con la
realidad. Yo no pondría todavía todo mi dinero en Brasil", comentó
Krugman a periodistas tras participar de la feria financiera
ExpoManagement celebrada en Sao Paulo.
El profesor de la Universidad de Princeton (EE.UU.) puso como
ejemplo la situación vivida por otros países de la región.
"La historia indica que, verdaderamente, uno no va a querer
siempre ser el más destacado. Por experiencia propia recuerdo que
1993 hablábamos como era de maravilloso México para invertir y un
año después fue la crisis. Lo mismo pasó en Argentina", citó.
Reconoció, sin embargo, que Brasil salió de la crisis "mejor que
el resto de todos" y es "substancialmente más rico que China e
India, pero desfasado en cosas como la educación básica, que es un
factor de crecimiento".
"El escenario económico brasileño no es de apocalipsis. No es
Argentina, pero tampoco es saludable. Decir que Brasil es una buena
historia poscrisis no es lo mismo que decir que se tornará en una
superpotencia económica en el año que viene, y eso es lo que los
mercados están diciendo", aseveró.
La entrada de capitales sin control puede ocasionar "ampollas
financieras" al país suramericano sino se le presta la debida
atención indicó el economista.
El también columnista de The New York Times señaló que la
aplicación de una tasa del 2% sobre las operaciones financieras de
capital extranjero en el mercado de acciones no fue suficiente para
evitar la apreciación del real sobre el dólar.
Para Krugman la actual tasa de cambio, de 1,75 reales por dólar,
es "injustificadamente alta" y manifestó que la única vez que Brasil
estuvo cercano a un "nivel justificado" de apreciación fue a
comienzos de 2008 con los precios altos de las materias primas.
Con relación a Estados Unidos, el economista dijo que está
"relativamente decepcionado" con el presidente Barack Obama porque
sus estímulos financieros no evitarán que la tasa de desempleo
llegue al 10%. EFE