Por Giuseppe Fonte y Antonella Cinelli
ROMA, 31 jul (Reuters) - La economía italiana registró unos resultados sorprendentemente malos en el segundo trimestre, según los datos publicados el lunes, lo que ofrece un panorama incómodo para la primera ministra, Giorgia Meloni, mientras el Gobierno intenta atajar el impacto negativo de la elevada inflación.
El producto interior bruto (PIB) se contrajo un 0,3% trimestral entre abril y junio, y subió un 0,6% interanual, según el instituto nacional de estadística ISTAT. Una encuesta de analistas de Reuters había apuntado a una lectura plana intertrimestral y a un aumento anual del 0,9%.
Los sombríos datos dificultan que el Gobierno alcance su objetivo declarado de una tasa de crecimiento del 1% este año, aunque el Tesoro informó que el objetivo "sigue estando plenamente al alcance".
Roma añadió que seguiría trabajando para aplicar su programa nacional de inversión post-COVID, financiado por la UE, y para reducir la inflación.
En un informe para Capital Economics, la economista Franziska Palmas escribió que Italia experimentaría una "caída más aguda de la producción que otros grandes de la zona euro en la segunda mitad de 2023".
Las cifras arrojan una sombra sobre el sector bancario, donde los dos principales prestamistas - Intesa Sanpaolo (BIT:ISP) y UniCredit (BIT:CRDI) - publicaron la semana pasada beneficios mucho mayores de lo esperado, ayudados por las bajas provisiones contra pérdidas de préstamos, o inexistentes en el segundo caso.
El ISTAT no ofreció un desglose numérico por sectores de su estimación preliminar del PIB del segundo trimestre, pero señaló que la producción de la industria y la agricultura disminuyó, mientras que los servicios crecieron marginalmente.
La contracción del 0,3% deja a Italia con un crecimiento "de arrastre" del 0,8% este año, suponiendo que el PIB se mantendrá plano en los dos trimestres restantes.
En las últimas semanas, el Gobierno ha afirmado que la economía podría crecer al menos un 1,2% este año, argumentando que una tendencia positiva en el sector servicios, apoyada por el auge del turismo, bastaría para compensar una ralentización ampliamente esperada en las actividades manufactureras.
"Italia es un país industrial avanzado y la debilidad de la industria es mucho más importante que la del sector turístico para la salud de la economía", declaró Lorenzo Codogno, director de LC Macro Advisors y antiguo economista jefe del Tesoro italiano.
El ISTAT también señaló que la inflación anual se ralentizó hasta el 6,4% en julio, desde el 6,7% de junio, según los precios al consumo armonizados de la UE.
El crecimiento anual de los precios de la alimentación, el hogar y el cuidado personal se situó en el 10,4%, prácticamente en línea con el del mes anterior y más de un 50% por encima del índice general.
Para ayudar a los más pobres, el Gobierno espera anunciar esta semana un acuerdo con supermercados y productores para controlar los precios de los bienes de consumo esenciales en los tres últimos meses del año.
(Reporte adicional de Alvise Armellini en Roma y Elvira Pollina y Valentina Za en Milán; Editado en español por Raúl Cortés Fernández)