FRÁNCFORT, 13 feb (Reuters) - Un estudio del Banco Central Europeo mostró el lunes que la rápida inflación de la zona del euro pesará sobre las finanzas públicas con el tiempo, contradiciendo algunas opiniones de que los Estados podrían beneficiarse al diluirse la deuda y aumentar los ingresos fiscales.
Según el Banco Central Europeo (BCE), en un período de inflación más normal y sin ajustes automáticos del gasto, la ratio de deuda de la UE se reduciría. Pero la crisis energética, la subsiguiente ralentización del crecimiento y la rigidez de las normas de gasto hacen que la situación presupuestaria de los Estados se vea afectada negativamente al cabo de un año.
"En los años siguientes, sin embargo, las presiones sobre el gasto se intensifican y compensan con creces los beneficios por el lado de los ingresos, provocando un deterioro de casi el 0,5% del PIB en el nivel de equilibrio presupuestario en 2024", señaló el BCE en un artículo del Boletín Económico.
Mientras que la inflación normalmente impulsa los ingresos fiscales, el impulso de los ingresos por el "shock" energético es modesto, pesa sobre la rentabilidad de las empresas, reduce el crecimiento global y ejerce presión sobre el gasto público nominal.
"Además, la reacción de la política monetaria necesaria para evitar que este choque inflacionista provoque efectos secundarios indebidos se está traduciendo en un aumento de los pagos de intereses de la deuda pública", añadió el BCE.
El BCE ha subido los tipos de interés 3 puntos porcentuales desde julio y los mercados esperan al menos otro punto porcentual de subidas antes de que los tipos toquen techo.
Alrededor de un tercio del gasto público también está vinculado en su mayor parte a la inflación, por lo que un alto crecimiento de los precios obliga automáticamente a los Estados a gastar más, dijo el BCE.
El BCE añadió que el exceso de gasto público destinado a frenar los efectos nocivos de la inflación era sólo temporal y se revertiría, por lo que la inflación simplemente se extendió a un periodo más largo.
"Se estima que el impacto sobre el crecimiento (del gasto discrecional) será positivo sólo en 2022, antes de volverse ligeramente negativo en 2023 y más fuertemente negativo en el periodo 2024-25", dijo el BCE.
(Reporte de Balazs Koranyi; Edición de Mark Potter, editado en español por José Muñoz en la redacción de Gdansk)