Bruselas, 17 nov (.).- La tasa de inflación anual de la eurozona subió siete décimas en octubre con respecto a septiembre y se situó en el 4,1 %, según confirmó este miércoles la oficina de estadística comunitaria, Eurostat.
Eurostat ya había publicado una primera estimación preliminar el 29 de octubre que coincidía con la cifra ratificada hoy.
La inflación del 4,1 % en la eurozona solo se ha alcanzado una vez más desde el inicio de la serie histórica en 1997, recordó la Comisión Europea (CE) la semana pasada.
En octubre de 2020, los precios en la eurozona caían un 0,3 %.
Por lo que a la Unión Europea (UE) se refiere, la inflación subió ocho décimas frente a septiembre de 2021 y alcanzó el 4,4 % el mes pasado.
En el décimo mes de 2020, la tasa era del 0,3 % en los Veintisiete.
Por países, los menores porcentajes en octubre de este año se registraron en Malta (1,4 %), Portugal (1,8 %), Finlandia y Grecia (2,8 % en ambos casos), mientras que los más elevados se detectaron en Lituania (8,2 %), Estonia (6,8 %) y Hungría (6,6 %).
En España, la inflación llegó al 5,4 %, lo que supuso una subida de 1,4 puntos porcentuales frente a septiembre. En octubre de 2020, los precios caían un 0,9 %.
Eurostat indicó que comparado con septiembre, la inflación anual creció en los veintisiete Estados miembros de la UE.
La mayor contribución a la inflación de la eurozona provino de la energía (2,21 puntos porcentuales más), seguida de los servicios (0,86 puntos más), los bienes industriales no energéticos (0,55 puntos más) y los alimentos, el alcohol y el tabaco (0,43 puntos más).
La tasa anual de inflación subyacente, que excluye el efecto de los precios de la energía y los alimentos frescos por ser los más volátiles, se ubicó en el 2,1 %, dos décimas porcentuales por encima de lo anotado en septiembre.
La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, afirmó este lunes que la inflación en la eurozona se moderará en 2022, pero tardará más de lo esperado en bajar y, si los precios de la energía siguen subiendo o persisten los problemas en los suministros, la tasa podría seguir alta más tiempo del esperado.
En una comparecencia telemática con la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara, Lagarde reiteró que el aumento de la inflación se debe sobre todo al incremento de los precios de la energía, a que la demanda se está recuperando más deprisa que la oferta, que no logra seguir el ritmo, y a la eliminación de la reducción temporal del IVA en Alemania el año pasado.
El BCE espera que este último factor deje de influir en el cálculo de la inflación en enero de 2022 y que los precios de la energía se suavicen en la primera mitad de ese año, lo que, sumado a la desaparición de los cuellos de botella en los suministros, debería llevar a una "normalización" de las presiones sobre los precios.
Según las últimas previsiones económicas de la Comisión Europea, publicadas la semana pasada, la inflación en la eurozona será del 2,4 % en 2021, del 2,2 % en 2022 y del 1,4 % en 2023, mientras que en la UE pasará del 2,6 % al 2,5 % y al 1,6 %, respectivamente.
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