Buenos Aires, 20 mar (.).- El Gobierno de la sureña provincia de Santa Cruz reclamó este miércoles a una unión de empresas liderada por una firma china que revierta los despidos de trabajadores en un millonario proyecto para construir dos represas que quedó paralizado por falta de fondos y problemas contractuales.
El gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, pidió que la UTE (unión transitoria de empresas) Represas Patagonia, liderada por la china Gezhouba, acate la conciliación obligatoria dictada el pasado viernes por el Ministerio de Trabajo provincial luego de que la contratista despidiera a unos 1.800 obreros.
"Los trabajadores no pueden estar en el medio de la discusión", afirmó por su parte el ministro de Trabajo de Santa Cruz, Julio Gutiérrez, tras reunirse este miércoles con representantes del sindicato Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) para dialogar sobre el conflicto con las represas.
En un comunicado, Gutiérrez dijo que el Ejecutivo provincial espera que la UTE "respete la conciliación obligatoria, se retrotraigan los despidos y se empiece a desandar ese camino, buscando una solución".
La semana pasada, Represas Patagonia anunció que prescindía de parte de su personal vinculado al proyecto de construcción de las centrales hidroeléctricas sobre el río Santa Cruz que le fue asignada por la estatal Energía Argentina (Enarsa).
El proyecto entró en pausa en noviembre de 2023 por la falta de fondos destinados las obras, a pesar de los continuos aportes extraordinarios otorgados por la UTE, especialmente de la casa matriz de Gezhuba.
A ello se ha sumado la decisión del Gobierno de Javier Milei, quien asumió la Presidencia argentina el 10 de diciembre pasado, de no financiar más obras públicas con recursos del Estado, una medida en línea con su objetivo de lograr superávit fiscal este año.
Vidal ha solicitado al Gobierno argentino que firme una adenda que permitirá el desembolso de las partes restantes del crédito otorgado por China para el desarrollo del proyecto.
Las centrales hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic fueron diseñadas para conformar un complejo con capacidad de generación de 5.093 gigavatios por año.
Las obras, con un coste total calculado en unos 5.000 millones de dólares, se iniciaron en 2015 y lograron un avance del 42 % en el caso de la represa Cepernic y del 20 % en el caso de la central Kirchner.