Berlín, 17 may (.).- Las ayudas públicas articuladas por el Gobierno alemán contra la pandemia de la covid han evitado lo que habría sido una caída drástica de los ingresos en los ciudadanos del país, según un informe del instituto económico Ifo.
De acuerdo con ese estudio, el 80 % de las medidas aprobadas en distintas fases por el Ejecutivo, principalmente el régimen de jornada reducida -el llamado "Kurzarbeit"- ha hecho que no se produjera lo que el Ifo califica de "hundimiento de sueldos e ingresos".
"Se ha logrado mitigar el incremento de los desequilibrios salariales y el riesgo de caer en la pobreza", apunta el director del Centro de Macroeconomía y Encuestas, Andreas Peichl, responsable del informe.
Junto a la fórmula del "Kurzarbeit", por el que el Estado asume hasta un 80 % del sueldo del trabajador afectado, han sido determinantes las ayudas a las familias para estabilizar los ingresos brutos.
El régimen de jornada reducida fue aprobado por el Gobierno de Angela Merkel al decidirse el primer cierre de la vida pública alemana, con el inicio de la pandemia, el pasado año. Inicialmente se contempló esa medida por seis meses, pero luego fue sucesivamente prorrogada.
Con ello se ha conseguido evitar la destrucción masiva de puestos de trabajo y equilibrar el mercado laboral. La tasa se desempleo se sitúa en el 6 %, según cifras correspondientes a abril.
Al mismo tiempo se aprobaron una serie de ayudas familiares, de hasta 300 euros por hijo, así como compensaciones a los autónomos.
Alemania ha dedicado ya más de 100.000 millones de euros, algo menos del 3 % de su producto interior bruto (PIB), en ayudas a empresas para paliar los efectos de la pandemia, según datos difundidos por el Ministerio de Economía la semana pasada.
Dentro de esta categoría se incluyen los créditos blandos del banco público KfW, las garantías estatales y las ayudas directas a empresas y autónomos por las restricciones a la actividad económica de la primera, segunda y tercera olas.
Al "Kurzarbeit" se han dedicado unos 30.000 millones de euros. Unos seis millones de empleados se acogieron a esta fórmula hace aproximadamente un año, en el momento álgido del primer cierre; ahora se estima que la cifra se ha reducido a unos 3,5 millones de trabajadores.
Las restricciones actuales de la vida pública, que afectan a cultura, ocio y restauración, se mantienen desde noviembre pasado, a lo que se sumó en diciembre el comercio no esencial.
En lo que concierne a clubes o discotecas la situación es aún peor, ya que llevan catorce meses cerrados. Compleja, asimismo, es la situación del turismo interior, actividad que lleva cerrada desde noviembre, con solo algunas excepciones a escala regional.
En algunos "Länder" -estados federados- se ha permitido en las últimas semanas una desescalada progresiva, como la reapertura de terrazas y tiendas, aunque con estrictas medidas en cuanto a aforo o cita previa.
La reapertura empieza a ser posible en las regiones donde se registra una incidencia menor a los 100 casos semanales por 100.000 habitantes durante al menos cinco días consecutivos.
La media nacional está ahora en 83,1 casos, por lo que la desescalada se ha ido extendiendo a buena parte del país. En Berlín ese nivel está en 68 casos semanales y se espera que esta semana se avance en la reapertura de terrazas, comercios e instalaciones deportivas en espacios cerrados.