París, 31 ago (.).- Las exportaciones de vinos y licores franceses en el primer semestre del año alcanzaron un valor de 7.250 millones de euros, lo que supone un 42,8 % más que en el mismo periodo de 2020 afectado por la covid, pero también un 8,6 % por encima de las de 2019.
La Federación de Exportadores de Vinos y Licores de Francia (FEVS), que presentó hoy estas cifras, puntualizó en un comunicado que esa progresión tiene que ser interpretada con prudencia.
La razón es que 2020 había estado también marcado por las "fuertes dificultades" para vender a Estados Unidos, que había impuesto sanciones en el contencioso que mantenía con la Unión Europea por las ayudas públicas al sector aeronáutico.
Es decir, que la suspensión de esas sanciones a comienzos de 2021 permitió reactivar los envíos a ese país, que en cualquier caso no alcanzaron el nivel de 2019 en los vinos tranquilos, que estaban en el centro de las medidas arancelarias impuestas por Washington.
A ese respecto, el presidente de la FEVS, César Giron, insistió en que "es imperativo que la Unión Europea y Francia resuelvan definitivamente y sin demora esos contenciosos: nuestras empresas no pueden trabajar con esa espada de Damocles".
Las exportaciones francesas progresaron en volumen en la primera mitad del año un 3,4 % respecto al mismo periodo de 2019, con avances en valor en todas las grandes regiones del mundo, pero con ritmos diferentes
Norteamérica absorbió vinos y licores franceses por valor de 2.300 millones de euros, Asia por 1.700 millones (con un tirón particularmente marcado de China y Corea del Sur), la Unión Europea por casi 1.700 millones.
También hubo incremento en las ventas a países europeos que no pertenecen a la UE, aunque con el Reino Unido eso no ocurrió. Las compras de los británicos disminuyeron un 0,6 % si se comparan con las del primer semestre de 2019 y se quedaron en 680 millones de euros.
La FEVS advirtió de que las evoluciones positivas de la primera mitad del ejercicio podrían verse comprometidas en los próximos meses teniendo en cuenta la caída de producción que se espera en la vendimia actual a causa de las fuertes heladas que se produjeron en casi todas las regiones vinícolas francesas.
Unas heladas que incitaron a algunos importadores y distribuidores a anticipar compras que podrían tener efectos más adelante.
A ese respecto, la federación hizo notar "la gran fragilidad" en la que van a estar muchos exportadores en 2022 y 2022 después de haber salido ya "debilitados" por las sanciones estadounidenses por las que no recibieron apoyo ni de los poderes públicos franceses o europeos, y "por una crisis sanitaria que no ha terminado todavía".