Por Hideyuki Sano
TOKIO, 16 abr (Reuters) - Las bolsas mundiales se situaban el viernes cerca de máximos históricos después de que los sólidos datos económicos de Estados Unidos y China cimentaran las expectativas de una sólida recuperación mundial tras la caída provocada por el coronavirus.
Se espera que las acciones europeas abran con alzas, con los futuros del Euro Stoxx subiendo un 0,1% y los futuros del FTSE británico subiendo ligeramente.
El índice MSCI más amplio de acciones de Asia-Pacífico sin Japón subía en el momento de redactar este informe un 0,25%, y las acciones de Shanghái añadían un 0,6%. El Nikkei japonés subía un 0,1%.
El indicador más amplio de MSCI de las acciones mundiales subía un 0,05% al final de la sesión asiática, manteniéndose justo por debajo del máximo histórico del jueves.
"Los mercados miran hacia la normalización económica, ya que las vacunas irán en esa dirección. Es probable que los precios de las acciones suban gradualmente mientras miran los próximos resultados empresariales", dijo Tomo Kinoshita, estratega de mercado global de Invesco Asset Management en Tokio.
En Asia, los mercados se mantenían estables después de que China informara de un crecimiento récord del 18,3% en el primer trimestre, aunque la lectura quedó ligeramente por debajo de las expectativas, mientras que las ventas minoristas repuntaron con fuerza el mes pasado.
Los datos no cambiaron mucho la opinión de que se espera que su rápida expansión se modere a finales de este año, ya que Pekín está centrando su atención en frenar los riesgos financieros en las partes sobrecalentadas de la economía.
"Los reguladores podrían hacer más esfuerzos para enfriar el mercado inmobiliario y controlar el apalancamiento interno. La disciplina fiscal también podría reforzarse, lo que llevaría a una desaceleración de la financiación de los gobiernos locales y de la inversión en infraestructuras", dijo Chaoping Zhu, estratega de mercados globales de J.P. Morgan Asset Management en Shanghái.
Los datos de Estados Unidos del jueves también fueron optimistas, ya que las ventas minoristas repuntaron un 9,8% en marzo, lo que elevó el nivel de ventas un 17,1% por encima de su nivel anterior a la pandemia, hasta alcanzar un récord.
Las prometedoras perspectivas económicas fueron reforzadas por otros datos, como las solicitudes de prestaciones por desempleo en EEUU, que cayeron la semana pasada al nivel más bajo desde marzo de 2020.
"La recuperación de Estados Unidos parece realmente sólida. Ahora que los restaurantes y los hoteles, que requieren mucha mano de obra, están volviendo a abrir, podríamos ver un fuerte aumento de las nóminas en el próximo mes", dijo Koichi Fujishiro, economista senior de Dai-ichi Life (T:8750) Research.
A pesar de los buenos datos, los rendimientos de los bonos estadounidenses cayeron, en parte impulsados por las compras japonesas, que han comenzado un nuevo año fiscal este mes.
La rentabilidad de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años cayó el jueves hasta el 1,529%, su mínimo en cinco semanas, y se situaba en el momento de redacción de este informe en el 1,578%, lejos de su máximo en 14 meses del 1,776% establecido a finales de marzo.
"El mercado ya ha descontado por completo una recuperación económica de Estados Unidos a corto plazo. Y si la Reserva Federal mantiene los tipos de interés durante los próximos dos o tres años, no cabe duda de que la rentabilidad de los bonos estadounidenses será muy atractiva en comparación con la de los bonos japoneses o de la zona del euro", afirmó Chotaro Morita, estratega jefe de renta fija de SMBC Nikko Securities.
La caída de los rendimientos de los bonos a largo plazo beneficiaba a las acciones, y en particular a las tecnológicas, ante la idea de que sus valoraciones históricamente elevadas pueden justificarse porque los inversores no tendrían más remedio que comprar acciones para compensar los bajos rendimientos de los bonos.
En Wall Street, el S&P 500 avanzó un 1,11%, mientras que el Nasdaq Composite, con gran peso de las tecnológicas, sumó un 1,31%, acercándose a su máximo histórico establecido en febrero.
En el mercado de divisas, el descenso de los rendimientos en Estados Unidos era un lastre para el dólar.
El euro se situaba en 1,1951 dólares, tras alcanzar un máximo de seis semanas de 1,19935 dólares durante la noche, mientras que la divisa estadounidense cayó hasta un mínimo de tres semanas de 108,61 yenes y cotizaba en el momento de redacción a 108,89 yenes.
El oro también alcanzó un máximo de siete semanas de 1.769 dólares por onza y se situaba en el momento de redacción en 1.765,50 dólares.
Los precios del petróleo alcanzaban máximos de un mes gracias a las previsiones de mayor demanda de la Agencia Internacional de la Energía (AIE, por sus siglas en inglés) y la OPEP, además de los datos positivos de Estados Unidos y China.
Los futuros del Brent ganaban un 0,6% a 67,37 dólares por barril, mientras que el crudo estadounidense subía un 0,55% a 63,81 por barril, y ambos se encaminaban a sus primeras ganancias semanales sustanciales en seis semanas.
(Editado por Gerry Doyle, Shri Navaratnam y Kim Coghill; traducido por Darío Fernández en la redacción de Gdansk)