Atenas, 19 mar (EFE).- Varios miles de funcionarios griegos se manifestaron hoy en Atenas en protesta por los despidos en el sector público, después de que ayer el Gobierno y la troika llegaran a un acuerdo sobre las nuevas medidas de ahorro.
Según un portavoz de la Policía de Atenas consultado por Efe, unas 3.000 personas de la confederación sindical que agrupa a los funcionarios de Grecia, ADEDY, recorrieron el centro de la capital.
La manifestación, que se desarrolló sin incidentes, clamó en contra del despido de más de 4.400 funcionarios -la mitad de ellos profesores de secundaria- que perderán su trabajo el próximo 22 de marzo, tras ocho meses en el esquema de reserva laboral.
Los trabajadores públicos mantienen una huelga de 48 horas hoy y mañana jueves, que fue precedida ayer por una ocupación simbólica del Ayuntamiento de Atenas.
Guardias escolares, personal de limpieza de los ministerios y profesores, que se encuentran en el esquema de reserva laboral, irrumpieron por la mañana en el edificio donde colgaron algunas pancartas y anunciaron que se quedarían hasta el final del paro convocado.
Sin embargo, a las nueve de la noche se retiraron del edificio y la ocupación se saldó sin ninguna detención, afirmaron fuentes policiales a Efe.
También, el personal sanitario de los hospitales públicos está en huelga en protesta contra los planes del Gobierno de poner a miles de estos trabajadores públicos en el llamado esquema de movilidad laboral, donde pasan a cobrar el 75 % de su salario durante 8 meses, y a su término son recolocados o despedidos definitivamente.
Durante estas dos jornadas de huelga los hospitales están funcionando con servicios mínimos.
Para el 9 de abril, la confederación de sindicatos de trabajadores del sector privado GSEE, la mayor central sindical de Grecia, ha decidido convocar una huelga general contra las nuevas medidas de ahorro pactadas con la troika.
El acuerdo alcanzado por Grecia con sus acreedores internacionales (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) permitirá al Gobierno repartir 500 millones de euros entre el millón de griegos más pobre aunque, a cambio, se introducen ciertos recortes salariales.
Además, a partir de octubre, se prevé que la troika aumente sus demandas de reformas laborales, como la liberalización del despido colectivo y reducción de los derechos sindicales.