París, 21 jul (.).- El test de estrés a la banca europea, que había quedado pospuesto en 2020 por la covid, se hará público el próximo día 30, en un ejercicio que ha sometido a las entidades financieras a un escenario particularmente adverso para evaluar su capacidad de resistir a un escenario de recesión prolongada.
La Agencia Bancaria Europea (EBA) coordina esta prueba en la que se examinan 38 bancos que representan en torno al 70 % de todos los activos de la zona euro, y entre los que hay cuatro españoles: BBVA (MC:BBVA), Sabadell (MC:SABE), Santander (MC:SAN) y Bankinter (MC:BKT), explicó este miércoles el organismo.
La EBA había indicado que en España Bankinter sustituía a CaixaBank (MC:CABK) por estar en proceso de absorción de Bankia (MC:BKIA).
Los resultados globales del conjunto de los bancos europeos implicados y los detallados de cada uno se divulgarán el viernes de la semana próxima a las 16.00 GMT, una vez que hayan cerrado las bolsas del Viejo Continente.
El Banco Central Europeo (BCE) que dirige la operación junto a la EBA y a las autoridades nacionales de supervisión, también va a presentar por su parte una hora después sus propias pruebas de estrés a otros 51 bancos de cuya supervisión es responsable y cuyos nombres no se han divulgado por adelantado.
Inicialmente eran 53, pero dos de ellos han desaparecido de su lista como consecuencia de fusiones en el sector.
De acuerdo con las indicaciones que había dado en enero la EBA, se han elaborado como hipótesis dos escenarios, uno de base que se asienta en las proyecciones que habían hecho los bancos centrales en diciembre de 2020.
En el adverso anunciado en enero se han estimado las consecuencias de una recesión continuada entre 2020 y 2023. Es decir, que después del bajón del 6,9 % del producto interior bruto (PIB) de la eurozona el pasado año por el choque de la covid, el descenso se prolongaría en 2021 (-1,5 %), 2022 (-1,9 %) y en 2023 (-0,2 %).
En paralelo a esa caída acumulada de la actividad del 3,6 % entre 2021 y 2023, la tasa de paro aumentaría en 4,7 puntos porcentuales hasta el 12,1 % y el precio de las acciones se hundiría un 50 %.
En esta ocasión, los resultados integrarán el impacto de medidas de apoyo público para mitigar el efecto de la pandemia, como las garantías públicas.
Todo eso servirá para evaluar las necesidades en capital de cada entidad en el contexto del Proceso de Revisión y Evaluación de Supervisión (SREP, en sus siglas en inglés).
Cuando estalló la crisis sanitaria de la covid en Europa en marzo de 2020, la EBA indicó que retrasaba en un año las pruebas de estrés que debían haberse publicado cuatro meses después porque la prioridad en ese momento era que los bancos se consagraran a la crisis que se venía encima.