París, 15 feb (EFE).- El comisario europeo de la Competencia,
Joaquín Almunia, subrayó que la presión de los países de la zona
euro debe servir para que el Gobierno griego aplique las medidas
"impopulares" que tiene que poner en marcha para hacer frente a la
situación de sus finanzas públicas.
Almunia, en una entrevista publicada hoy por el diario económico
francés "Les Echos" eludió directamente la cuestión de si hacen
falta sanciones para garantizar la coordinación de la zona euro.
"Lo que hace falta son convicciones", respondió el hasta ahora
comisario europeo de Asuntos Económicos, antes de reconocer que "las
economías de la zona euro han llegado a un grado de interdependencia
demasiado elevado para seguir manteniendo políticas sin
coordinación".
Para el caso particular de Grecia, consideró que el Consejo
Europeo de la semana pasada fue "claro" al exigirle el plan de
saneamiento que conduzca a una reducción del déficit público este
año de cuatro puntos de Producto Interior Bruto (PIB) respecto al de
2009.
"Sólo con esas condiciones podrá contar con el apoyo de Europa, y
en particular de las principales economías de la zona euro",
subrayó, al tiempo que mostró su confianza en que "ese mensaje
"positivo baste para calmar los mercados".
Almunia, que se defendió de las acusaciones de inacción del
Ejecutivo comunitario durante la crisis, recordó que las reglas de
la competencia se han flexibilizado para tener en cuenta la nueva
situación.
"No se aplica la política de la misma forma en periodo normal que
en crisis tan graves como la que vivimos, en particular para
examinar los planes de salvamento", argumentó antes de recordar que
se han autorizado ayudas con condiciones.
No obstante, el comisario español insistió en su convicción de
que "la política de la competencia constituye una herramienta
indispensable para salir de la crisis" y quiso matizar los
llamamientos a favor de una política industrial europea, que vienen
en particular de las autoridades francesas.
Sin citar a Francia, el comisario dijo que "bajo la cobertura de
política industrial, numerosos países introducen distorsiones de
competencia. Para mí, una buena política industrial es la que
aumenta la competencia, mejora la competitividad, favorece el
desarrollo de las empresas y el buen funcionamiento de los
mercados".
Almunia se mostró comprensivo con el retraso de Francia en la
liberalización de su mercado eléctrico porque "no es fácil" y señaló
que sigue "creyendo en la buena voluntad de François Fillon", el
primer ministro francés, que se comprometió ante Bruselas a eliminar
ciertas tarifas de aquí a mediados de año. EFE