Barcelona, 10 ene. (.).- Las fábricas de Seat en Martorell, Barcelona y El Prat de Llobregat han reanudado este lunes su actividad tras el parón navideño, más largo de lo habitual por la crisis de los chips, con unos 3.000 trabajadores afectados por ERTE y test masivos para contener los contagios de coronavirus.
Las dificultades de abastecimiento de semiconductores, que afectan a toda la industria mundial del automóvil, llevaron a la compañía a adelantar en diciembre el parón de Navidad y más de 11.000 trabajadores iniciaron sus vacaciones el 17 de diciembre, en lugar de hacerlo el día 24.
Siguiendo el calendario previsto, válido para una semana, la producción se ha reactivado hoy con la línea 1 a un turno y la 2, a dos, mientras que la 3 (la del Audi (F:NSUG)) no tendrá ninguna actividad.
En declaraciones a EFE, el presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero, ha señalado que "empezamos 2022 peor que como dejamos 2021, ya que lo hicimos trabajando a seis turnos y medio y ahora sólo lo hacemos con tres".
Este ritmo de producción dejará en casa esta semana a unos 3.000 trabajadores, según Carnero, que ha subrayado que "el primer semestre de 2022 será complejo y habrá que ver si con el actual ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) podemos llegar a junio o habrá que renegociar otro".
El comité calcula que a finales de enero se podrían alcanzar los 350 turnos de trabajo cerrados en aplicación del ERTE acordado en septiembre pasado y que prevé una afectación total de 430 turnos hasta junio, lo que da idea de la rapidez con la que se está consumiendo.
Pese al ERTE, Carnero ha puesto en valor "la gran demanda" que tienen en el mercado los modelos de Seat y Cupra, y que lleva a que la media de entrega de un vehículo esté en los tres o cuatro meses.
Seat previó para 2021 una producción de algo más de 350.000 coches, después de ensamblar una cifra similar en 2020, y las previsiones iniciales apuntan a un número cercano a los 400.000 también para este 2022, lejos del medio millón de 2019.
Carnero ha advertido que la crisis de los chips, que no mejorará, según todas las previsiones, hasta el segundo semestre, "puede acabar con una tormenta perfecta en todo el sector de la automoción y nos puede llevar por unos derroteros que no deseamos, por lo que vamos a intentar proteger a la plantilla con los ERTE y ver qué pasa".
Respecto a la afectación de la sexta ola de la covid en la plantilla de Seat, la compañía ha empezado a hacer test masivos a los trabajadores para detectar positivos y evitar más contagios.
De momento, entre un 3 y un 3,5 % de las pruebas que se están realizando son positivas, según ha explicado Carnero, por lo que los trabajadores que se encuentran con este diagnóstico son enviados a casa para cumplir la cuarentena reglamentaria.
En función del número de trabajadores que sean baja, el número de afectados por el ERTE será menor ya que se recuperarán empleados para cubrir los absentismos.
En paralelo a los antígenos, Seat ha asegurado que reforzará la vacunación de los empleados con la tercera dosis en coordinación con el Departamento de Salud de la Generalitat.
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