Guillem Martínez Pujol
Pekín, 22 feb (EFE).- Los expertos chinos pidieron precaución a
Pekín en la gestión de las enormes reservas de divisas de China,
después de que el gigante asiático redujera sus bonos del Tesoro
estadounidense por primera vez desde el estallido de la crisis
financiera.
La semana pasada China anunció que limitó en diciembre sus bonos
del Tesoro de EEUU en 34.200 millones de dólares, hasta los 755.400
millones de dólares actuales, dejando a prestamistas públicos y
privados de Japón el primer puesto de acreedor de la primera
potencia mundial, con 768.800 millones de dólares.
Pekín había alcanzado el liderazgo en septiembre de 2008, en
plena crisis financiera por la caída del banco de negocios
estadounidense Lehman Brothers.
"China puede reducir sus participaciones en activos en dólares,
pero no debería 'excederse' en ello ya que el país intenta ajustar
la estructura de sus reservas de divisas extranjeras", indicó hoy el
rotativo oficial China Daily.
Se calcula que China, el mayor poseedor mundial de reservas,
acumula casi 2,4 billones de dólares en otras divisas y, según
estimaciones, aproximadamente el 70 por ciento de ellas nominadas en
dólares estadounidenses, lo que liga gran parte de su rendimiento al
comportamiento de la moneda norteamericana.
"China no debería rebajar en general sus activos en dólares,
teniendo en cuenta su alta liquidez en los mercados. Los dólares son
relativamente fáciles de vender si China necesita dinero rápido para
controlar su estabilidad financiera", expone Sun Lijian, economista
de la universidad shanghainesa de Fudan.
Desde hace meses, Pekín lanza globos sonda respecto a una
diversificación de su cesta de divisas, en la que pretende aumentar
la importancia del euro y el yen japonés en detrimento de la
tradicional querencia por el dólar.
"China está en un dilema", resume Dong Yuping, miembro de la
Academia China de Ciencias Sociales, quien hace hincapié en que una
venta excesiva de dólares estadounidenses por parte de Pekín puede
provocar un "efecto dominó" en otros inversores y repercutir en el
precio de la divisa.
En su visita de noviembre a China, Barack Obama se llevó un
mensaje claro: el Gobierno chino pidió a Washington una política
fiscal adecuada para mantener la estabilidad del dólar, en respuesta
a las exigencias para revaluar el yuan.
En 2009, la posesión extranjera de bonos del Tesoro de EEUU bajó
en 500 millones de dólares, mientras que en 2008 había aumentado en
456.000 millones de dólares porque la crisis financiera global
originó la huida hacia la seguridad de la deuda del Gobierno
estadounidense.
De continuar las reducciones, lo que se verá en el próximo
informe de marzo, la Administración de EEUU podría verse forzada a
hacer mayores pagos de intereses.
Washington, además, vio cómo la crisis le arrastraba a
incrementar su endeudamiento hasta unos 12 billones de dólares, más
del 90 por ciento de su PIB anual, un nivel que no convence a los
especialistas chinos.
Para Liu Yuhui, director del Centro de Evaluación Económica del
oficial Instituto de Finanzas y Banca, la decisión china fue
"acertada y oportuna", puesto que permitió liberar la masa en una
situación de rebote alcista de la divisa verde.
"El dólar estadounidense continuará depreciándose a largo plazo",
vaticina Liu.
Sin embargo, lo que más preocupa a los analistas es que el
anuncio chino de bajada de sus activos en dólares coincide con una
época de escalada de tensión diplomática entre Pekín y Washington a
cuenta de asuntos tan diversos como el Tíbet, Taiwán y la censura en
internet.
Evitando mencionarlo abiertamente, los expertos coinciden en
señalar que la gestión de las reservas de divisas es un tema
delicado, que no debería mezclarse con roces políticos. EFE