París, 20 oct (EFE).- El ministro brasileño de Defensa, Celso Amorim, señaló que los criterios económicos son los que primarán en la decisión sobre la prevista renovación de la flota de aviones de combate en Brasil, para la que son candidatos el caza estadounidense F-18 el francés Rafale y el sueco Saab.
"La consideración fundamental para tomar una decisión es de orden financiero y económico", destacó Amorim en una entrevista al diario francés "Le Monde" publicada hoy.
"Hemos entrado en un periodo de incertidumbres. Brasil va bien pero no sabemos cuáles serán las consecuencias para nuestra economía de la crisis internacional. Hay que ser prudentes, esperar el buen momento", argumentó.
No quiso dar un plazo preciso, y aunque barajó la posibilidad de que fuera en 2012, lo planteó en condicional.
El actual titular brasileño de Defensa, que en la anterior presidencia lo había sido de Exteriores, realizó una vista de dos días a París que finalizó ayer, durante la que fue recibido por el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y por sus ministros de Exteriores, Alain Juppé, y Defensa, Gérard Longuet.
El anterior jefe del Estado brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que mañana coincide en París con Sarkozy en una conferencia del G-20 sobre el desarrollo, había mostrado a éste en 2009 su intención de optar por el Rafale que fabrica Dassault Aviation pese a la preferencia de los militares brasileños por el F-18 e incluso por el Gripen antes que por el caza francés.
Sobre la transferencia de tecnología, que hasta ahora aparecía como el punto clave de las negociaciones para decantarse por el avión de combate francés, Amorim constató que "nuestra cooperación en el submarino nuclear ha conseguido superar los obstáculos".
Una alusión al acuerdo por el que Francia venderá a Brasil cinco submarinos de propulsión nuclear de tipo Scorpène con transferencia de tecnología, algo parecido a lo que ocurrirá con 50 helicópteros de transporte militar Eurocopter EC725, que en el futuro también se fabricarán en el gigante sudamericano.
Por otro lado, el ministro brasileño mostró una cierta reticencia a las operaciones de la OTAN fuera de los teatros de operaciones previstos por el Tratado del Atlántico Norte.
"Ayer era Libia, es verdad que con un mandato del Consejo de Seguridad (de la ONU) y de la Liga Árabe. Mañana podría ser en África occidental y ahí la OTAN se acercaría a Brasil. Eso nos incomoda", comentó.
De la cooperación con Argentina, insistió en que "es esencial para toda Sudamérica" y también que "ninguno de nuestros vecinos constituye una amenaza".
"Pero la defensa no necesita un enemigo identificado. Así la complejidad de la vigilancia de la Amazonía exige tecnologías avanzadas. La disuasión cubre una eventual amenaza exterior que no podemos excluir", añadió.
Por eso, teniendo en cuenta el potencial de producción de alimentos y de agua con que cuenta Brasil, Amorim hizo hincapié en que "tenemos que estar listos para defenderlos en caso de conflicto entre potencias que carecerían de ellos. También hay grupos criminales, narcotraficantes y otros actores". EFE