Arantxa Iñiguez
Fráncfort (Alemania), 18 ago (EFE).- Las bolsas europeas se tiñeron de nuevo de rojo con caídas medias superiores al 5 %, las mayores desde finales de 2008, ante el fantasma de la recesión global y por el desplome de los bancos.
El FTSE MIB de Milán perdió un 6,15 %, el DAX 30 de Fráncfort cayó un 5,82 %, el CAC 40 de París bajó un 5,48 %, el Ibex 35 de Madrid perdió un 4,7 % y el FTSE 100 de Londres cedió un 4,5 %.
El EuroStoxx 50, que agrupa a las compañías más grandes de la zona del euro, se dejó un 5,3 % y acumula unas pérdidas anuales del 21 %.
Algunos operadores dijeron que simplemente no hay motivos para comprar y prevén más caídas.
La fuerte tendencia bajista de Wall Street al conocerse datos económicos en EEUU que apuntan a la recesión intensificó la tendencia vendedora en los mercados de valores europeos.
En las bolsas de Latinoamérica también se imponían las órdenes de ventas con descensos superiores al 4 % en algunos casos.
El banco estadounidense Morgan Stanley ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento de la economía mundial para este año y el próximo.
Este año el crecimiento mundial caería al 3,9 %, desde el 4,2 % previsto anteriormente, y en 2012 se situaría en el 3,8 %, desde el 4,5 %, según Morgan Stanley.
El banco estadounidense también ha rebajado sus pronósticos respecto a China, economía emergente que hasta ahora ha impulsado el crecimiento de otras como Alemania.
Las bolsas europeas iniciaron la negociación con pérdidas moderadas pero la tendencia bajista se intensificó a mediodía en la medida que se ejecutaban órdenes de ventas condicionadas, que entran de forma inmediata al mercado cuando la cotización de un título alcanza un determinado valor.
Además, mañana vencen contratos de opciones sobre índices y acciones, lo que generalmente aumenta el nivel de volatilidad en los mercados de valores, dijeron algunos expertos en Fráncfort.
La preocupación por la coyuntural global también se dejó notar en las bolsas asiáticas, que habían cerrado con pérdidas, aunque más moderadas que las europeas y americanas y habían lastrado sobre todo al sector de semiconductores.
Los últimos datos económicos conocidos apuntan que la mayor economía del mundo podía entrar de nuevo en recesión: aumentó la solicitud semanal de subsidios por desempleo, subió la inflación y se contrajeron la actividad industrial de la región de Filadelfia y las ventas de casas usadas.
El índice de la Reserva Federal de Filadelfia, que mide la actividad manufacturera de esta región y es un indicador de tendencia, cayó desde 3,2 hasta menos 30,7 puntos en agosto, el nivel más bajo desde marzo de 2009.
Los títulos que más cayeron, los que más dependen de la evolución económica: el sector del motor cayó en Europa un 7,4 % y el de materias primas bajó un 6,8 %.
La crisis de endeudamiento de la zona del euro hace temer que los bancos europeos puedan tener problemas de solvencia, lo que desencadenó el desplome de su valor en bolsa del 6,7 %.
La Reserva Federal estadounidense (Fed) está preocupada por la situación de las filiales estadounidenses de los bancos europeos, según el diario "The Wall Street Journal".
La Fed de Nueva York ha solicitado a estos bancos europeos información de su situación financiera.
Una señal de las posibles dificultades de los bancos europeos para encontrar liquidez en dólares es que el Banco Central Europeo (BCE) prestó el miércoles a un banco europeo durante una semana 500 millones de dólares a un interés fijo del 1,1 %.
El BCE no había inyectado liquidez en dólares en el mercado de dinero del euro desde finales de febrero.
En el mercado interbancario del dólar los bancos comerciales pueden conseguir dólares al 0,2 %, por lo que es posible que los bancos europeos estén teniendo dificultades para conseguir liquidez en dólares y opten por pedirla al BCE, aunque sea más cara.
En París, Societe Generale cedió un 12,3 % y Credit Agricole bajó un 7,3 %.
Barclays cayó en Londres un 11,5 %, Commerzbank perdió un 10,4 % y Deutsche Bank, un 7 % en Fráncfort.
En este entorno de incertidumbre los inversores buscaron puertos seguros: el franco suizo subió, el oro batió un nuevo récord en 1.8224 dólares en el mercado de Londres y la rentabilidad del Bund (bono alemán a diez años) cayó al 2,067 %. EFE