Madrid, 10 feb (.).- Más de 600.000 personas (principalmente mujeres) trabajan en la actualidad como empleados del hogar en España, un tercio de las que lo hacen en toda la Unión Europea, situando al país como el segundo generador de empleo doméstico europeo, sólo por detrás de Italia.
Según datos de Eurostat de 2017, recogidos en un informe de UGT al que ha tenido acceso Efe, en la Unión Europea hay 2,16 millones de empleados domésticos en hogares, dato que, no obstante, no alcanza al 1 % del total de ocupados europeos.
Sólo en España, el número de empleados en esta actividad alcanza las 619.600 personas (el 28 % del total europeo), únicamente por detrás de los 729.900 de Italia.
Además, el empleo doméstico español representa el 3,32 % de los 18,6 millones de ocupados que tiene el país.
De esta forma, España es, sólo por detrás de Chipre, líder europeo en cuanto al peso que el empleo doméstico tiene sobre la ocupación total, mientras que en la mayoría de los países esta tasa se sitúa por debajo del 1 %.
Si se compara con la ocupación generada en otras actividades relacionadas como los servicios sociales sin alojamiento o la asistencia en establecimientos residenciales, el número de empleos domésticos es, al menos, el doble.
Ambas actividades incluyen una gran variedad de supuestos, que van desde residencias de ancianos y discapacitados hasta la asistencia a domicilio a personas dependientes, pasando por centros de día, guarderías o centros de acogida, entre otros.
Así, España contaba con 207.200 empleos en actividades en servicios sociales sin alojamiento y 292.000 en asistencia en establecimientos residenciales, cifras muy inferiores a las contabilizadas por Francia o Alemania, donde llegan a superar incluso el millón de ocupados.
Respecto al peso sobre el empleo total, en España la ocupación en estas dos actividades apenas representa el 2,6 % del total, mientras que en países como Dinamarca supone el 11 %.
Para la responsable de Migraciones de UGT, Ana María Corral, la conclusión que se extrae de estos datos es que con el trabajo doméstico en España "se están cubriendo necesidades que deberían ser resueltas por los servicios públicos".
Según explica Corral a Efe, en España se está utilizando el empleo doméstico como sustitutivo de las carencias que tienen "bien los servicios sociales, bien los sistemas de atención a la dependencia".
UGT ha denunciado en diversas ocasiones que la falta de servicios y prestaciones públicas que respondan a necesidades sociales y la progresiva privatización y eliminación de las existentes deja a las familias únicamente con el recurso del trabajo doméstico para cubrir sus necesidades.
Además, UGT denuncia la precarización de este colectivo, compuesto en su práctica totalidad por mujeres y, la mayoría de ellas, migrantes, que en muchos casos trabajan sin estar dadas de alta a la Seguridad Social, es decir, sin cotizar y sin protección social.
Así, algo más de 300.000 empleados del hogar trabajan a tiempo parcial y, la mayoría de ellos gana de media menos de 717,2 euros mensuales, en tanto que unos 298.000 trabajadores tienen contrato indefinido, un tercio de ellos con salarios de entre 717,2 y 1.000 euros mensuales de media.
Sin embargo, al contrastar estos datos de empleo doméstico procedentes de la Encuesta de Población Activa (EPA) con los que arroja la afiliación a la Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, se extrae que sólo dos tercios de las empleadas del hogar españolas está dada de alta.
Así, en 2017 -por aportar un dato comparable- sólo 418.964 personas cotizaban en el Sistema Especial de Empleados del Hogar, el 2,15 % del total de afiliados a la Seguridad Social, de los que la mayor parte eran mujeres (95 %).