Lima, 18 may (EFE).- La provincia peruana de La Convención, donde
se encuentra el yacimiento de gas de Camisea, inició hoy una huelga
de 72 horas en rechazo a la inminente exportación del hidrocarburo a
México y contra el eventual tendido de nuevas tuberías por
territorios indígenas protegidos.
El comercio, las escuelas y el transporte se paralizaron
totalmente en la ciudad de Quillabamba, capital de La Convención,
desde las 00.00 hora local (05.00 GMT), informó el Canal N de la
televisión local.
En esa remota provincia, situada en la selva de la región Cuzco
-a unos 1.165 kilómetros al sureste de Lima-, tres comunidades
indígenas cercanas al río Urubamba amenazan con bloquear el ducto
que transporta el gas del yacimiento, según dijo hoy el jefe del
Consejo Matchiguenga del Urubamba (COMARU), Rubén Vignari, a la
Coordinadora Nacional de Radio (CNR).
Esta protesta se ha iniciado en el contexto de un gran debate en
torno a las reservas reales del yacimiento de Camisea y a si son
suficientes para abastecer el mercado local y garantizar al mismo
tiempo su exportación a México.
El Ministerio de Energía y Minas divulgó ayer un informe
elaborado por la consultora internacional Netherland, Sewell &
Associates (NSAI) que señala que Camisea tiene 11,2 billones de pies
cúbicos (bpc) de reservas de gas probadas, cantidad que sería
suficiente para la demanda local y la exportación.
Este informe difiere de un estudio anterior elaborado para
Pluspetrol, que lidera el Consorcio Camisea, por la empresa Gaffney,
Cline & Associates, que dio cuenta de 8,8 bpc de gas probados en el
yacimiento.
El presidente regional del Cuzco, Hugo Gonzales, remarcó que su
Gobierno no avala el paro iniciado en La Convención, pero consideró
que el nuevo informe pondría en evidencia un interés del Gobierno de
"maquillar" las reservas existentes.
Las regiones del sur (Tacna, Moquegua, Puno, Cuzco y Arequipa)
tienen interés en la construcción del Gasoducto del Sur para
abastecer de gas a la zona y esperan que el Congreso peruano
investigue los contratos de exportación de este hidrocarburo.
La protesta no es tanto contra el abastecimiento de gas al sur
peruano, sino contra el posible tendido de nuevas tuberías desde
Camisea a la costa centro-sur peruana, a través de la reserva
natural de Megantoni y que debe destinarse a abastecer a la
industria peruana.
En años anteriores se han producido diversas fugas de gas en los
alrededores de Camisea, donde habitan los machiguengas,
supuestamente por defectos en el ducto.
Pero el ministro peruano de Energía y Minas, Pedro Sánchez, dijo
hoy a los periodistas que las comunidades que viven alrededor del
proyecto le han dado el visto bueno a las obras.
Sánchez también aseguró que la consultora que contrató su
ministerio para calcular las reservas de Camisea "es una de las tres
primeras en este rubro en el mundo".
Según publicó hoy el diario La Primera, el consorcio Camisea no
respaldó el nuevo informe y dejó en claro que no atenderán más
solicitudes de abastecimiento hasta 2012.
Por otro lado, Sánchez intentó apaciguar los temores de que el
gas de Camisea se exporte también a Chile, al asegurar hoy que la
empresa Repsol YPF (encargada de su comercialización) se comprometió
a no vender gas al país vecino.
El diario chileno El Mercurio publicó hoy que los presidentes de
Perú, Alan García, y de Chile, Sebastián Piñera, conversaron en
Madrid sobre la posibilidad de exportar el gas de Camisea.
El ministro dijo que no "podría confirmar ni descartar la
información", aunque una eventual venta ha sido rechazada por la
oposición peruana, principalmente los nacionalistas. EFE