Helsinki, 27 nov (EFE).- El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, aseguró hoy en Helsinki que está dispuesto a adoptar medidas adicionales "si fuera necesario" para contrarrestar la baja inflación de la eurozona, que en octubre se situó en el 0,4 %.
En un discurso pronunciado en el Parlamento finlandés, Draghi señaló que las medidas adoptadas hasta ahora por el BCE para facilitar el crédito están produciendo "beneficios tangibles", aunque advirtió que hace falta tiempo para que se materialicen plenamente los efectos positivos de su política monetaria.
"No obstante, si fuera necesario seguir haciendo frente a los riesgos derivados de un periodo demasiado largo de baja inflación, el consejo de gobierno es unánime en su compromiso de usar instrumentos no convencionales adicionales dentro de su mandato", afirmó.
El presidente del BCE no mencionó ninguna medida concreta, alegando que la entidad se encuentra en un llamado "periodo de silencio", durante el cual los miembros del consejo de gobierno no deberían hacer declaraciones sobre este tema.
En los últimos meses, el BCE ha prestado dinero a cuatro años a los bancos de la zona del euro a un interés fijo del 0,15 %, y ha empezado a comprar a estas entidades bonos garantizados y bonos de titulización.
Según Draghi, el BCE mantiene sus expectativas de que se produzca una "recuperación moderada" de la economía de la zona euro en los próximos años, gracias a las políticas monetarias, la creciente mejora de las condiciones financieras, las reformas estructurales y la consolidación fiscal.
Sin embargo, Draghi advirtió de que las políticas monetarias no bastan por sí mismas para garantizar la recuperación económica, y abogó por una "estrategia integral" en la que participen también los dirigentes nacionales y europeos.
"Sin duda éste no es el momento adecuado para la complacencia, ni en el ámbito de las políticas fiscales ni en lo que respecta a las reformas estructurales", subrayó.
En este sentido, se mostró partidario de que los Estados miembros cedan buena parte de su soberanía en materia de gobernanza económica a las instituciones comunitarias y profundicen en la Unión Económica y Monetaria.
"En la zona del euro las políticas económicas son tan interdependientes que, en última instancia, la soberanía sobre la política económica debería ser ejercida de manera conjunta", afirmó Draghi.