Shanghái (China), 4 ene (EFE).- Las bolsas chinas penalizaron durante 2012 a los inversores que mantuvieron durante más tiempo nuevas acciones, mientras que los más beneficiados fueron quienes las vendieron a las pocas horas, tras su primer día de cotización, lo que está empezando a preocupar a las autoridades reguladoras.
Los datos muestran la creciente necesidad de reducir la especulación, ya que, entre el 1 de enero y el 28 de noviembre de 2012, los inversores que vendieron sus acciones el día siguiente a la oferta pública de valores (OPV) de una compañía ganaron de media un 23 por ciento, recoge hoy el diario "South China Morning Post".
Sin embargo, quienes mantuvieron sus acciones en las bolsas de Shanghái y Shenzhen durante todo un año, perdieron de media un 42 por ciento, todo esto según las cifras de un estudio elaborado por Crédit Suisse que recoge el diario hongkonés.
También en la bolsa de Hong Kong, libre del control de los reguladores chinos, se reprodujo el problema, aunque no de manera tan marcada, con un 6 por ciento de ganancias de media para quienes vendieron tras el primer día, y un 15 por ciento de pérdidas para quienes mantuvieron su inversión durante un año.
"Es extraño que en China, cuanto más tiempo mantienes tus nuevas acciones, mayores pérdidas acabas teniendo", comentó el gestor de fondos Wu Kan, de la aseguradora shanghainesa Dazhong.
"Las acciones en OPV se han estado vendiendo a precios excesivamente altos, y ha habido demasiadas OPV en los últimos años", comentó. "El regulador no está haciendo lo suficiente para evitar su valoración excesiva y frenar la oferta de acciones".
"Hacen falta algunas reformas sobre las OPV para garantizar un desarrollo más sano del mercado de valores de China", opinó Wu.
De hecho, la Comisión Reguladora del Mercado de Valores (CRMV) ha suspendido temporalmente la salida de nuevas OPV a sus dos mercados desde octubre pasado, debido a que el mal momento que vivieron las bolsas chinas este año había frenado el apetito de los inversores.
El índice general de Shanghái, el principal indicador de los parqués del país, llegó a caer hasta su cotización más baja de los últimos cuatro años el pasado 3 de diciembre, con un desplome del 21 por ciento durante el año, tras haberse hundido otro 21,68 por ciento durante 2011 y otro 14 por ciento en 2010.
Sin embargo, coincidiendo con el cambio de líderes en el Partido Comunista China (PCCh), y tras las previsiones internacionales de que la economía china crecerá más en 2013 que en 2012, el índice se recuperó en las últimas semanas, ganó un 14,6 por ciento sólo en diciembre y cerró 2012 un 3,17 por ciento interanual al alza.
Desde entonces, el mercado ha estado cerrado hasta esta mañana, por los tres días de vacaciones chinas de Año Nuevo.
La CRMV no ha anunciado por el momento cuándo se volverán a lanzar OPV en las bolsas chinas, pero los inversores y observadores del mercado no esperan que se produzca de manera llamativa hasta la segunda mitad del año, a pesar del optimismo recobrado con su recuperación de las últimas semanas.
Muchas firmas chinas con planes de salir al mercado estuvieron retrasando su salida a bolsa durante todo el año por las malas condiciones de ambos parqués, pero ahora que empiezan a mejorar, es posible que sigan a la espera hasta después del cambio de Gobierno chino, previsto para el próximo marzo. EFE