Bank of America (BofA) ha publicado su informe "Perspectivas para los países nórdicos", en el que esboza las expectativas de una recuperación interna y ajustes graduales de la política monetaria en la región para 2025.
BofA prevé que Suecia experimente un cambio de crecimiento impulsado por el comercio a uno impulsado por la demanda interna, proyectando un aumento del crecimiento al 1,6%, cifra que supera el 0,9% previsto para la zona euro. La mejora se atribuye a unos balances de consumo más sanos y una postura fiscal positiva.
A pesar de los riesgos equilibrados, con un potencial alcista del gasto de los hogares y un riesgo a la baja del comercio internacional, especialmente con Alemania y EE.UU., se espera que la inflación de Suecia se mantenga por debajo del objetivo, con una inflación subyacente del 1,9%.
En consecuencia, BofA predice que el Riksbank implementará recortes de tipos hasta el 2% en el primer trimestre de 2025 y luego se mantendrá estable, con la posibilidad de otro recorte en el cuarto trimestre debido a una inflación persistentemente por debajo del objetivo.
Noruega ha mostrado resistencia económica en 2024 y está preparada para una aceleración gradual del crecimiento en 2025, respaldada por los balances de consumo y la inversión interna. BofA pronostica una tasa de crecimiento continental del 1,2% para Noruega, con potencial de un mayor rendimiento impulsado por factores fiscales.
Incluso con una inflación subyacente relativamente rígida del 2,6%, el informe sugiere que el crecimiento continuo de la productividad debería ayudar en el proceso de normalización. En respuesta, se espera que el Norges Bank reduzca su tasa al 3,50% para finales de 2025 mediante recortes trimestrales.
Las perspectivas de divisas para el primer semestre de 2025 son bajistas para las monedas escandinavas (Scandies), influenciadas por las incertidumbres comerciales, un entorno de riesgo desafiante y una Reserva Federal comparativamente agresiva.
Sin embargo, las perspectivas cambian a una postura más positiva en la segunda mitad del año, con expectativas de un dólar estadounidense más débil, un crecimiento nórdico superior al de la zona euro y un giro agresivo frente al Banco Central Europeo (BCE).
El informe señala un posicionamiento ligero para la corona noruega (NOK) tras las importantes ventas de este año y una posición modestamente corta para la corona sueca (SEK). Aunque BofA mantiene una visión modestamente constructiva sobre el tipo de cambio NOK-SEK, reconoce una baja convicción en esta perspectiva.
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