Pekín, 16 dic (.).- China apuntó hoy a la estabilidad como su principal prioridad para el año 2017, al cierre de una reunión de tres días en la que se diseñaron las principales líneas de la política económica del país para el próximo ejercicio.
"Buscar el progreso mientras se mantiene la estabilidad" será una de las claves de la acción gubernamental en materia económica en 2017, afirmó el comunicado publicado al término de la Conferencia Central de Trabajo Económico por la agencia oficial Xinhua.
Las autoridades se comprometieron a abrir más sectores de la economía del gigante asiático a formas de propiedad mixtas, así como a renovar sus esfuerzos por atraer más inversión extranjera.
Sectores como la electricidad, el petróleo, el gas natural, los ferrocarriles, la aviación civil, las telecomunicaciones y la industria militar verán reformas encaminadas a reformar la propiedad de las empresas estatales, avanzó el comunicado.
Además, frenar la burbuja inmobiliaria, continuar con la reestructuración industrial, equilibrar y flexibilizar el tipo de cambio del yuan, evitar los riesgos financieros y seguir una política monetaria "prudente y neutral" fueron las otras metas económicas señaladas por las autoridades chinas.
El cónclave económico anunció que se adaptará a los nuevos cambios que puedan producirse utilizando las herramientas de la política monetaria, para garantizar la liquidez, y a mejorar su comunicación de estas medidas.
En el encuentro, se apostó por acomodar el presupuesto y las políticas fiscales al avance de las "reformas estructurales del lado de la oferta", reduciendo la carga fiscal a las empresas y buscando el bienestar de la ciudadanía.
En este sentido, se insistió en la necesidad de continuar recortando la capacidad productiva inutilizada, dando salida a los inventarios acumulados, reduciendo el endeudamiento, bajando costes y dando solución a otros "puntos débiles" de la economía china.
Todo ello, añadió el comunicado, se realizará al mismo tiempo que el Gobierno chino pone el acento en frenar los riesgos financieros, impidiendo la aparición de burbujas de activos.
En el caso concreto del mercado inmobiliario, la reunión llamó a establecer mecanismos orientados hacia el mercado pensando en un desarrollo "estable y saludable" a largo plazo, sin burbujas inmobiliarias ni "fluctuaciones erráticas".
La Conferencia Central de Trabajo Económico invitó a trabajar en todas esas áreas clave, pero al mismo tiempo subrayó la importancia de necesidad de mantener la estabilidad en un año en el que el Partido Comunista de China (PCCh) celebrará en otoño su XIX Congreso, en el que se esperan cambios en la cúpula del poder.
La economía china, la segunda mayor del mundo, creció un 6,7 % interanual en los tres primeros trimestres de este año y continúa ralentizándose gradualmente -en 2015 se expandió a su menor ritmo desde 1990, del 6,9 %-, aunque dentro de los objetivos de Pekín, que se propuso un crecimiento de entre el 6,5 y el 7 % para 2016.