París, 9 jun (EFE).- El Tribunal de Apelación de Versalles ha reconocido como accidente de trabajo el suicidio de un empleado de Renault que trabajaba en su principal centro de ingeniería cerca de París, y que se quitó la vida en su casa en febrero de 2007.
Los jueces en apelación confirmaron la decisión en primera instancia al constatar que el técnico Raymond D. daba muestras de "un estrés profesional intenso" cuando se colgó con 38 años en su domicilio, y dejó una carta en la que vinculaba el suicidio con su empleo.
También señalaron que el hombre, que en su carta afirmaba estar superado por el trabajo y temía que lo despidieran, se encontraba muy débil y se mostraba incapaz para resolver problemas técnicos menores.
Ese suicidio fue el tercero de un empleado del tecno-centro de Guyancourt en cuatro meses entre finales de 2006 y comienzos de 2007.
Renault no quiso hacer hoy comentarios al respecto y se limitó a señalar que "tomamos nota" del dictamen y que hay dos meses de plazo para plantearse si recurrirán ante el Tribunal Supremo, para lo cual los servicios jurídicos van a realizar un análisis en detalle.
El pasado 19 de mayo, el mismo Tribunal de Apelación de Versalles había reafirmado la responsabilidad de Renault en el suicidio de un ingeniero informático de Guyancourt en octubre de 2006, lo que implica la indemnización de la familia.
El constructor automovilístico tampoco ha desvelado por el momento, si recurrirá esa sentencia ante el Supremo. EFE