MADRID (Reuters) - El Banco de España elevó el miércoles ligeramente sus previsiones para el crecimiento económico español de este y el próximo año, logrando compensar el previsible encarecimiento del precio del petróleo y los tipos de interés, aunque advirtió de los riesgos que implica relajar la agenda reformista.
El banco central estima un crecimiento del 3,2 por ciento para este año y del 2,5 por ciento para el próximo, las mismas cifras que las previstas por el Gobierno español en su última revisión.
El déficit público se situará en el 4,4 por ciento del PIB en 2016 y en el 3,6 por ciento en 2017, por encima de lo estimado por el Ejecutivo y la senda marcada por Bruselas, aunque estas cifras no tienen en cuenta las últimas alzas de impuestos aprobadas a principios de diciembre.
"La reanudación del proceso de consolidación presupuestaria resulta prioritaria para reducir las vulnerabilidades de la economía española", dijo el Banco de España.
El banco central mencionó también otros riesgos que amenazan el crecimiento económico y que podrían dificultar, entre otros objetivos, la reducción de la tasa de paro hasta el 14,5 por ciento prevista para 2019. Entre ellos, destacó riesgos por las citas electorales y la negociación del Brexit.
"Dentro de la Unión Económica y Monetaria, además de la incertidumbre generada por las diversas citas electorales (...) cabe destacar la derivada de la negociación pendiente para la salida del Reino Unido de la UE", afirmó el Banco de España.
El informe también hace hincapié en la necesidad de continuar con las reformas económicas, algo que ve con mayor incertidumbre que en el pasado.
"La incertidumbre, sin embargo, es mayor en relación con la agenda de reformas estructurales necesarias para dinamizar el ritmo de avance de la productividad", declaró.