Por Leika Kihara y Stanley White
NAGOYA/TOKIO, Japón (Reuters) - El gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, hizo hincapié el martes en la disposición del banco central de ampliar su estímulo para cumplir su objetivo de precios, un mensaje que fue compartido parcialmente por un funcionario del Banco Central Europeo en momentos en que la economía de la zona euro lucha por cobrar impulso.
En un discurso ante líderes empresariales, Kuroda se mantuvo firme frente a la crítica de que la flexibilización monetaria inesperada del mes pasado ha acelerado caídas no deseadas de la moneda japonesa, diciendo que el "Banco de Japón seguirá tomando medidas" para vencer la deflación.
Pero no todos los nueve miembros del consejo del BOJ (por su sigla en inglés) comparten el optimismo de Kuroda de que los beneficios de un mayor estímulo son mayores que los costes, según mostraron las actas de su reunión del mes pasado, lo que sugiere que el jefe del banco central podría tener dificultades para impulsar una mayor flexibilización.
Algunos funcionarios del BOJ se opusieron a la flexibilización del mes pasado, advirtiendo que esta dañaría su credibilidad si las compras de bonos son consideradas como equivalentes a la monetización de la deuda, según revelaron las actas de la reunión del 31 de octubre publicadas el martes.
Sin embargo, Kuroda defendió entonces la flexibilización como una medida necesaria para asegurar que el público japonés deje atrás su "mentalidad deflacionaria", y para alentar a las empresas a empezar a invertir y contratar más por las expectativas de que los precios subirán.
"Para lograr el objetivo de estabilidad de precios, el Banco de Japón ha estado adoptando 'acciones' y seguirá haciéndolo", dijo a los líderes empresariales en Nagoya, una ciudad central de Japón.
Mientras la mayoría de los ejecutivos presentes en la reunión dieron la bienvenida al estímulo del BOJ, algunos advirtieron que la depreciación reciente del yen ha sido demasiado rápida y está perjudicando a las empresas más pequeñas.
Kuroda rehusó discutir cómo ha afectado la caída reciente de la moneda japonesa a la economía en general, y se limitó a decir que si bien un yen débil beneficia a las exportaciones, daña los hogares y las firmas no manufactureras al elevar el coste de las importaciones.
"Vamos a observar con atención los movimientos del mercado, incluidos los movimientos de las divisas, y su efecto en la economía", declaró.
El BOJ ha hecho algunos avances para sacar a Japón de 15 años de deflación, pero la zona euro se está acercando a la deflación y ahora existe preocupación de que otras economías, especialmente China y Corea del Sur, también se enfrenten a riesgos similares.
El miembro del consejo del Banco Central Europeo Christian Noyer dijo en Tokio que el BCE tiene que influir en las expectativas de inflación, lo cual es un componente importante del marco de política del BOJ.
Sin embargo, un área donde ambos bancos centrales se diferencian es que el BCE ha evitado hasta ahora las compras de deuda pública que el BOJ ha empleado para empujar a la baja los rendimientos.
"La política monetaria debe aspirar a influir tanto en los tipos de interés nominales como en las expectativas de inflación", dijo Noyer.