Lisboa, 2 ago (EFE).- El Banco de Portugal negocia este fin de semana con la nueva dirección del Banco Espírito Santo (BES) el plan de recapitalización de la entidad que, según varios medios lusos, pasará por una intervención del Estado.
La entrada de capital público en el BES es la opción que gana peso a medida que pasan las horas, mientras continúan las negociaciones del organismo supervisor con la cúpula del banco, con su nuevo presidente Vítor Bento a la cabeza, en busca de una solución rápida.
Algunos medios apuntan a que esa solución se conocerá este mismo domingo por la noche, según el semanario "Expresso", que titula en portada "El Estado rescata al BES este fin de semana" y que avanza que la salida podría concretarse en su separación en dos entidades, una "buena" y otra "mala", a la que se transferirán los activos más problemáticos del banco.
Otros señalan una recapitalización mixta, es decir, con fondos públicos y privados como la vía más probable.
A la espera de que se conozca la decisión definitiva, se mantiene la suspensión, acordada este viernes por la Comisión del Mercado de Valores (CMVM) lusa, de la cotización del banco en la Bolsa de Lisboa.
Es una medida que, dijeron a Efe fuentes del BES, no se sabe cuándo se va a revocar, aunque es probable que eso ocurra tras conocerse el plan de reestructuración y recapitalización del banco.
La suspensión se adoptó tras dos días consecutivos de pérdidas astronómicas, que llegaron a situar el valor de sus títulos al mínimo histórico de 10,1 céntimos.
La caída en picado del Banco se precipitó tras la publicación de sus resultados en el primer semestre, en el que perdió 3.577 millones de euros, cifra que supera con mucho el colchón de capital de la entidad.
Con esas pérdidas multimillonarias, el banco ni siquiera cumple ahora los ratios de solvencia exigidos por las autoridades europeas, lo que le obliga a hacer una nueva ampliación de capital, que podría llegar a 4.000 millones de euros.
El BES se ha visto directamente afectado por la crisis que atraviesa su matriz, el Grupo Espírito Santo, un emporio familiar con peso específico en la economía lusa en el cual ya hay varias sociedades en concurso de acreedores y hay empresas al borde de la insolvencia.